­La colección La hoja que ríe asomada, la serie bibliográfica que brinda la Fundación Picasso-Casa Natal cada Octubre Picassiano, recupera textos que a lo largo de la historia se han escrito sobre la vida y la obra de Pablo Picasso, persiguiendo y descubriendo, en muchos casos, piezas únicas. Ayer se presentaron los últimos cinco títulos de la colección, textos de Juan Ramón Jiménez, Antoni Tàpies, José Blanco Coris, José María Pemán y Margarita Nelken en torno a la figura del artista malagueño.

«No se trata sólo de recuperar el texto sino de analizarlo desde la perspectiva de los especialistas», señaló ayer el director de la Casa Natal, José María Luna, quien incidió en que «no ha habido censura o limitación» a la hora de buscar estas piezas: «Picasso tenía seguidores y detractores, y aquí hemos recogido relatos que lo elogian y lo critican». Como el primero de los textos, Un renunciador de lo clásico (1923), de José Blanco Coris, que ataca duramente la evolución de Picasso: «Vio en el cubismo una manera rápida de medrar y creó un universo para poner en evidencia una dimensión cuyo valor y belleza no pueden ser concebidas sino por la visión de los sapos».

Otro de los textos recuperados por La hoja que ríe asomada es Pablo Ruiz Picasso. Las curvas agudas (1961) de Juan Ramón Jiménez, con nota del galardonado con el Premio Nacional de Poesía y Literatura Antonio Carvajal; se trata de un retrato lírico, un texto muy breve pero hermoso. Picasso y los cabales (1971) de José María Pemán hace un juego de palabras con el flamenco y habla de las personas que acompañaban a Picasso, su círculo de amigos cercanos que aplaudían su obra y su arte -al detalle, en el destacado de esta misma página-. El relato Picaso el héroe (1973) de Antoni Tàpies es un obituario de la muerte de Picasso y ahonda también en la unión comprometida con la situación política de entonces de Picasso y Tàpies. Por último, Picasso es español (1944) de Margarita Nelken reivindica con gran pulso y fuerza la españolidad del artista malagueño.