­«Te sientes como si fueras en el coche y tuvieras un accidente, dieras 40 vueltas de campana, salieras magullado y el coche terminara explotando, pero vieras que tu familia, que iba contigo, se encuentra perfectamente». Así dice sentirse Kike Mesa estos días: cuando el colorista entró el sábado por la mañana en las oficinas de Kandale, en la calle La Unión, vio que la productora había sido desvalijada; se llevaron entre 12.000 y 15.000 euros entre proyectores, ordenadores y otro tipo de artículos. Pero la sala de edición, en la que Mesa y su equipo está montando en estos momentos su más ambicioso proyecto, Maniac Tales, está intacta: «Tengo tres discos duros de cinco terabytes con todos los masters de la productora en mi casa, pero si se hubieran llevado los ordenadores de edición, que son carísimos, supondría que no podría presentar la peli al mercado de Cannes, como queremos, y tendríamos que volver a empezar estos meses de trabajo... Así que me han robado unos 15.000 euros y estoy contento», resume con una sonrisa Mesa. Para el malagueño Maniac Tales es más que una película: para rodarla hipotecó su casa y pidió préstamos a los bancos.

Efectivos de la Policía Científica se pasaron la mañana de ayer en la productora, analizando la escena y, al parecer, se encuentran ya siguiendo pistas más que fiables. A la espera de la captura de los ladrones, el cineasta malagueño no deja de reparar en algo: «La sala de edición la preside una urna con las cenizas de Jesús Franco [Mesa fue uno de los últimos colaboradores del gran cineasta de culto afincado en Málaga y entre él y varios colegas se encargaron del funeral del realizador]. Nos gusta pensar que allí supervisa nuestro trabajo. Y de alguna manera ahora pienso que ha protegido Maniac Tales, porque, ¿cómo explicar si no que los ladrones forzaran dos puertas, rompieran todo en busca de dinero pero no pisaran la sala de edición?». Franco murió el 2 de abril del 2013 y la urna le fue entregada a Mesa unos días después, en torno al 7 y el 8, justo hace tres años. «Me gusta pensar que Jesús [recordemos, un realizador polifacético pero cuya carrera será recordadas por sus títulos vinculados al cine de terror y fantástico] les dio un susto de muerte a los ladrones y se marcharon con lo que llevaban. De hecho, en la sala de edición hay trozos de un ordenador que se les cayó. ¡Viva el tío Jess!».

Maniac Tales es una versión malagueña al cien por cien de las películas episódicas tipo V/H/S: largometrajes de terror divididos en cortos unidos conceptualmente. Aquí, el propio Mesa, Abdelatif Hwidar, Denise Castro, Enrique García y Rodrigo Gracia dirigen cinco historias para un filme cuyo presupuesto ha rondado los 300.000 euros. «Está quedando muy bien la película. Y es por el nivel de exigencia que estamos poniendo», avanza el productor. Y quién sabe si también por la inspiración y la protección del simpar Jesús Franco.