Quince años dicen mucho de una marca, como es el caso de Chambao. Ahora LaMari suelta amarras, aunque Chambao ya era usted desde 2005, y se convierte en LaMari a secas. ¿Por qué dar este paso?

Porque hace tiempo que tocaba, pero estaba en otras cosas. Como empecé en un grupo de tres personas en 2001, aunque en 2005 me quedé sola, al seguir con ese nombre la gente entiende que el grupo sigue y al no decir nada siempre tengo que hablar en plural, aunque la que compone soy yo y la que decide soy yo. Detrás hay una especie de ser que no existe, aunque ya he dicho muchas veces que Chambao era LaMari. Me molesta tanto estar hablando tanto de mí... Parece que tengo un ego más grande que mi cuerpo, pero intento no alimentarlo mucho. Además que me aburre hablar de mí. Esto lo quito si obviamente soy LaMari. Y por honestidad porque no soy un grupo. Tampoco sabía qué nombre ponerme hasta que llegué a la conclusión de que soy LaMari. Intento ser honesta.

¿Cómo se ve en esta nueva etapa?

No tengo ni idea porque no sé qué saldrá en el siguiente disco que será el primero de LaMari. Llevo ya muchos años componiendo para Chambao. Así que seguramente haré algo que suene a Chambao porque soy Chambao, es solo un cambio de nombre, pero a ver qué sale. No voy a hacer algo que no sea yo.

¿Por qué esta ruptura ahora y no cuando le diagnosticaron el cáncer?

Porque por aquel entonces tenía la cabeza en el tumor, no podía estar con que Chambao había dejado de ser tres personas y se convertía en una. Las cosas tienen que suceder cuando ocurren. De los 16 años de Chambao llevo 12 sola, haciéndolo todo sola. Desde fuera eso la gente no lo sabe porque nunca lo he contado. Ni he cambiado el nombre, he seguido adelante. Parece que detrás de Chambao hay un grupazo, pero no existe, soy yo. Es el momento de hacerlo porque lo he decidido así. Estuve hasta 2010 en tratamiento y tenía la cabeza en mi salud y en otras historias.

Gran parte de Nuevo ciclo, su reciente disco, lo produjo a la vuelta de un viaje en solitario en 2015. ¿Cuál fue el motivo de querer emprender ese periplo?

Viajar me descarga,al viajar sola saco el animal que llevo dentro. Si es otro idioma me involucro en aprenderlo. Viajar resulta muy enriquecedor.

¿Cómo ve a LaMari en los comienzos de Chambao en 2002 y cómo ve a LaMari de ahora, la de 2017?

Pues igual pero más vieja. Sigo siendo la misma. Igual que cualquiera. A nivel musical he colaborado en muchos proyectos, he conocido un montón de gente que me ha enriquecido tanto en aprender nuevas manera de currar como en amistad. Si he crecido a nivel musical lo tiene que decir el público. Yo puedo decir que he aprendido a querer la vida y a quererla.

En Camino libre canta «estoy cansada de este mundo normal, de seguir a los demás»...

Ésta precisamente es un poco canción protesta, pero sutil, que tampoco soy un mesías ni tengo que guiarle a nadie sobre su vida. Es una especie de queja dentro del mundo en el que vivimos, con o sin guerra, colores de política, qué se sigue... el poder ser una misma y no tener que seguir constantemente el mandato de un político o de una moda. Estoy muy charlatana, me gusta decir las cosas tal cual las siento, sin filtros. A veces puedo parece muy bruta, pero prefiero no maquillar las cosas.

Chambao es uno de los nombres más presentes en los festivales de verano.

Es cuando hay festivales en España, así que si quieres tocar, es lo que hay. Si a los promotores les gusta Chambao, es muy positivo. Lo que es diferente porque un concierto en un teatro, con un público que ha pagado una entrada para verte a ti, se vuelca mucho más y se respira intimidad. Sin embargo, en un festival a veces ni te conocen, pero es un ambiente en el que te encuentras con un montón de compañeros, haces colaboraciones, vives el quedarte en el festival cuando terminar y ves otros grupos. Yo disfruto tocando en cualquier lado.