Hay pocas experiencias teatrales más satisfactorias y trascendentales que ver a Rafael Álvarez 'El Brujo' sobre las tablas. Por lo que contemplar su maestría escénica y su poder de conexión con el público sobre los sillares del Teatro Romano de Málaga debe ser lo más parecido a presenciar la verdadera esencia del teatro en todo su esplendor. Y si, además, la obra pertenece al creador de la novela romana, Lucio Apuleyo, la ocasión se pinta única. Desde este miércoles y hasta el próximo sábado, el intérprete protagoniza el más esperado montaje de la nueva edición del Festival de los Teatros Romanos de Andalucía, que tiene como sede el monumento de calle Alcazabilla, con la obra 'El asno de oro'.

El Brujo, parte de "la martiz" del texto de Apuleyo para firmar su "propio relato" sobre una obra que realiza "una reflexión filosófica sobre las causas de la corrupción", un mal que, según el actor, era mucho más profundo en el siglo I que en la actualidad. "Lo que hay ahora aquí de corrupción es Finlandia comparado con lo que había en la Roma de entonces", aseguró. El dramaturgo, que aunque es un habitual de la escena malagueña -en los últimos meses ha presentado dos de sus espectáculo, 'Autobiografía de un Yogui' y 'Misterios del Quijote'- nunca antes había pisado el Teatro Romano, destacó la vigencia de esta obra, "considerada la primera del género picaresco", que dibuja la degradación moral humana. "Como se dice en el Lazarillo de Tormes, que se inspira en esta obra, la ocasión hace al ladrón, y por eso hay que ser comprensibos con los cargos públicos". "Hay que comprenderle. Una persona que maneja un presupuesto tiene una presión muy difícil de soportar y debe tener una entereza muy grande y una visión del sentido de la vida y la trascendencia. Tienes un cajón lleno de dinero, nadie te fiscaliza y, si no coges nada, nadie te lo va a agradecer", apuntó. Para el actor, no debe extrañar "que la sociedad se corrompa cuando los valores son la podredumbre en lugar de la virtud y hay una inversión de valores, porque la nobleza, la lealtad y la ética se consideran inútiles y no conducen a provecho material, mientras que la picaresca, el robo y la deslealtad parece que son rentables".

Lucio, el protagonista de 'El asno de oro' se convierte en burro y vive con su alma humana en el interior del animal. "El personaje tiene ocasión de mostrar la corrupción y la crueldad, la superstición y las tensiones del mundo mediterráneo de la época a través de un viaje que recuerda al Lazarillo pasando calamidades con sus distintos amos", explica El Brujo, que sostiene que en su representación hay referencias a la actualidad, pero "no de forma muy directa, porque las insinuaciones son suficientes". "Cuando uno desciende a un caso concreto con nombres y apellidos, eso es anécdota. El texto va más a una reflexión filosófica que engloba las causas profundas a partir de las cuales se generan estos episodios", explica el actor, que cree que "los grandes filósofos no son moralistas, porque llegan a tal grado de comprensión de la condición humana que no condenan a nadie".

Después de Málaga esta obra viajará a Itálica, en Santi Ponce, y Baelo Claudia, en Tarifa, que acogerán el espectáculo del 27 al 30 julio y del 9 al 12 de agosto, respectivamente. Las localidades se encuentran a la venta entre los 20 y 25 euros, conservando las tarifas del año pasado, según las zonas y los descuentos establecidos. Toda la información de la obra y venta en www.juntadeandalucia.es/cultura/teatrosromanos/ y en www.elcorteingles.es.