Los ministros de Economía de la eurozona discutirán mañana en la reunión informal que celebran en Nicosia (Chipre) las condiciones de política económica que se impondrán a España si decide pedir ayuda al fondo de rescate de la UE para que compre deuda.

La solicitud formal del rescate y la imposición de "estrictas condiciones" son los requisitos exigidos por el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, para intervenir de forma ilimitada en el mercado con el fin de rebajar los costes de financiación de España e Italia.

El penúltimo escollo para activar este programa se salvó este miércoles con el visto bueno del Tribunal Constitucional alemán al fondo de rescate permanente, aumentando así la presión sobre España para que pida el rescate y desencadene la intervención del BCE.

El Gobierno de Mariano Rajoy cree que no habrá condiciones adicionales si pide la ayuda, aunque admite que sí podría fijarse un calendario vinculante para cumplir los compromisos ya asumidos con la UE. En todo caso desde el ministerio de Economía no se ve urgente activar el rescate porque el anuncio de Draghi ha aliviado la tensión sobre la deuda española y tampoco se espera presión del resto de socios.

España ha cubierto ya el 76,8% de las necesidades de financiación para este año y, en contra de lo que consideran los analistas, el Gobierno no ve "absolutamente ningún problema" en los vencimientos de deuda en octubre ya que durante ese mes habrá importantes ingresos y hay "un colchón de caja bastante voluminoso para imprevistos".

La discusión sobre las condiciones del rescate es el primer punto en el orden del día del Eurogrupo informal. El presidente del BCE explicará a los ministros las características de su nuevo programa de compra de deuda y a continuación habrá un debate sobre los próximos pasos a seguir.

"No esperamos que haya condiciones adicionales", han asegurado fuentes del ministerio de Economía. "En el hipotético caso de que se pidiera un programa, las autoridades europeas ya han expresado que no va a haber ninguna condición distinta que no se haya pedido hasta ahora en el proceso de supervisión regular de la economía española", resaltan las fuentes.

Entre las condiciones que la UE aprobó para España este verano se encuentran la obligación de reducir el déficit hasta el 6,3% del PIB este año, el 4,5% en 2013 y el 2,8% en 2014. Además, Bruselas exige a España una serie de reformas estructurales como seguir retrasando la edad de jubilación en línea con la esperanza de vida, mejorar las políticas activas de empleo o corregir el déficit de tarifa eléctrica.

"Es posible que haya un calendario más concreto sobre cuándo se tiene que producir cada cuestión, pero el contenido de las posibles condiciones en el hipotético caso