El príncipe Guillermo y Catalina Middleton, duques de Cambridge, disfrutaron hoy, en el quinto día de su visita a Canadá, con algunas de sus actividades favoritas, como el pilotaje de un helicóptero o una regata.

A pesar del mal tiempo, los duques de Cambridge, que el pasado 30 de junio iniciaron en Canadá su primera visita oficial al extranjero desde su boda del 29 de abril, fueron recibidos hoy por miles de personas en la provincia de la Isla del Príncipe Eduardo, en la costa atlántica del país.

En un día lluvioso y desapacible, los duques de Cambridge mantuvieron íntegra su agenda, desde una misión de helicóptero para el príncipe Guillermo hasta una regata de canoas chinas, pasando por una audición de música celta y acadiana.

El día comenzó con el príncipe Guillermo enfundado en su traje de piloto. El príncipe de Cambridge pertenece a una escuadrilla de búsqueda y rescate de la Fuerza Aérea británica (RAF), lo que le permitió participar en un simulacro de amerizaje de emergencia con militares canadienses.

Ante varios miles de personas, entre ellos su esposa Catalina, el príncipe Guillermo posó en varias ocasiones un helicóptero canadiense "Sea King" de búsqueda y rescate para practicar una maniobra denominada "waterbirding".

La operación consiste en posar el aparato en el agua y despegar con sólo uno de los dos motores.

El coronel Sam Michaud, que voló junto con el príncipe Guillermo el helicóptero Sea King del Servicio de Búsqueda y Rescate de Canadá, declaró a la televisión canadiense CBC que el hijo del príncipe Carlos y la difunta "Lady Di" "había disfrutado" con la operación.

El coronel Michaud señaló que el príncipe "lo hizo bastante bien". "Voló tres cuartas partes de la misión. Es un gran piloto y muy profesional", añadió.

Posteriormente, la pareja real británica tuvo oportunidad de practicar su ángulo más competitivo al competir, en equipos distintos, en una regata de canoas chinas, embarcaciones conocidas como "dragon boats".

Según dijo la televisión pública canadiense CBC, Catalina confesó ayer durante un encuentro con la prensa que sigue a la pareja real en su gira por Canadá, que tanto ella como el príncipe Guillermo son muy competitivos, hasta el punto de que no pueden acabar sus partidos de tenis.

Parte de esa competitividad se mostró en las aguas del lago Dalvay, cuando ambos embarcaron en las canoas. Poco antes del inicio de la regata, el príncipe Guillermo lanzó una mirada a su esposa y ésta le respondió con picardía, sacándole la lengua.

Al final, la canoa en la que remaba el príncipe Guillermo ganó holgadamente la regata, a pesar de que en 2007 Catalina se entrenó en Gran Bretaña para formar parte de la tripulación de un "dragon boat".

Con los dos en tierra firme, Guillermo, casi en un gesto que parecía de disculpa, abrazó a Catalina, aunque posteriormente dejó clara su satisfacción con la victoria al decir "no hay caballerosidad" cuando aceptaba el premio para el ganador, una botella de champán.

Para finalizar el día, la pareja real se trasladó a una playa en la que comieron langosta y otros productos locales y posteriormente se reunieron con los dos actores principales de "Anne of Green Gables: the Musical".

Medios de comunicación locales han señalado que Catalina Middleton es una aficionada del libro "Anne of Green Gables", de la escritora canadiense Lucy Maud Montgomery y cuya acción se sitúa en una granja de la localidad de Avonlea, en la Isla del Príncipe Eduardo.

La pareja real tiene previsto partir a última hora de hoy de la Isla del Príncipe Eduardo con destino a los Territorios del Noroeste, una de las regiones más septentrionales de Canadá.

El 7 de julio visitarán la principal ciudad de la provincia de Alberta, Calgary, y un día después darán por terminada su visita oficial a Canadá. A continuación, los duques de Cambridge tienen previsto ir a California, el único destino estadounidense de este viaje