Málaga y Sevilla han sido rivales históricamente, aunque parece que hay intención de superar las rencillas y empezar a colaborar. La Feria de Málaga sirvió como entorno para propiciar este entendimiento creciente entre sus alcaldes. El regidor malagueño, Francisco de la Torre, acompañó a su homólogo sevillano, Juan Espadas, en una breve visita al ambiente festivo del Centro tras hablar largo y tendido sobre la creación de un eje de colaboración entre las dos ciudades.

Una copa de vino de Málaga y una cerveza Victoria en El Pimpi ayudaron a refrescar las gargantas tras el encuentro, apuntalando aún más la sintonía personal entre ambos. Sí, porque hay sintonía entre los dos alcaldes. Y eso pese -o quizás gracias a ello- son de partidos distintos. El popular Francisco de la Torre y el socialista Juan Espadas se entienden en los despachos y en El Pimpi con facilidad. Quizá esa sea la clave para limar asperezas entre las dos ciudades.

El día del encuentro parecía elegido por el destino. Por la mañana los alcaldes de Málaga y Sevilla se reunieron en el Ayuntamiento malagueño. Luego visitaron la Feria del Centro. Y por la noche, el partido Málaga-Sevilla iniciaba la Liga. Todo parecía girar sobre eso.

Es verdad que la visita a la Feria fue fugaz. Apenas una hora y con sólo un paseo por Alcazabilla, con parada y fonda en El Pimpi. Desde ahí, al coche oficial y vuelta a la capital. Para el camino Espadas se llevó una buena impresión del ambiente del Centro. También es verdad que cruzó la Feria Mágica -destinada a los niños- y el ambiente de El Pimpi, caso una excepción en la regla de la Feria del Centro.

El camino desde el Ayuntamiento a El Pimpi fue muy provechoso. Espadas se interesó por el festival de las culturas que se celebra en el auditorio Eduardo Ocón y que llena el Parque con música del mundo. También saludó al portavoz de Ciudadanos, Juan Cassá; y al portavoz de IU, Eduardo Zorrilla, y la edil de esta formación Remedios Ramos, con los que se encontró junto a la Aduana.

El paseo continuó entre saludos al alcalde de Málaga y alguna petición de fotos. Pero incluso Espadas tuvo su momento de gloria cuando fue reconocido por una familia sevillana. El alcalde de Sevilla se llevó una sorpresa y la familia se llevó una foto de recuerdo de su alcalde en la Feria de Málaga.

La llegada a El Pimpi se realizó con la música del Coro Aguamarina, que animaba la terraza. Allí tomaron una copa de vino de Málaga. De la Torre, con prudencia, se mojó los labios. Le quedaba mucha feria por delante. Espadas lo degustó, pero no la acabó: «Está buenísimo, pero esto se sube».

Una vez dentro del establecimiento, El Pimpi le cedió el honor de firmar uno de sus toneles de vino: «Por dos grandes ciudades, Málaga y Sevilla. Juan Espadas, alcalde de Sevilla. 21-8-2015». Esa fue la dedicatoria que quedó inmortalizada en la madera. El Pimpi ya atesora más de mil de buenos deseos escritos de puño y letra por distintas personalidades.

El final de esta fugaz visita a la Feria fue en un salón privado de El Pimpi, donde compartió unos momentos más relajados con Francisco de la Torre y el ex senador del PP José Manuel Gómez Angulo, amigo personal de Espadas y que le acompañó en su recorrido ferial. Por un momento la unión de Sevilla y Málaga pareció fácil. La realidad dirá si es posible.