El ciclo de conciertos Terral continúa su programa esta noche con la presencia de la cantante Madeleine Peyroux (21.30 horas), quien acude al escenario del Teatro Cervantes para ofrecer las composiciones de su tercer álbum, 'Half the Perfect World'.

Aunque musicalmente 'criada' en las calles del parisino Latin Quarter, la norteamericana nunca perdió de vista la tradición sonora de su país. Esta dualidad hace que sus interpretaciones se deslicen entre la sensualidad de la chanson y la profundidad del blues y el jazz primigenios. Apodada por algunos como la 'reina del susurro', la templada trayectoria de Peyroux ha ido escalando posiciones hasta colocarla en el prestigioso listado de las grandes vocalistas de nuestro siglo, aunque su popularidad no haya aún alcanzado las cotas de otras nuevas divas del jazz, como Norah Jones, Diana Krall o Stacey Kent.

La voz de esta joven de Georgia ha sido comparada incesantemente con la de Billie Holiday, referencia que, tanto para bien como para mal, la ha colocado en el punto de mira de los amantes del género. En 1996, con 22 años (actualmente tiene 35), publicó su primer disco, 'Dreamland', que ya revelaba el talento de la cantante, y en el que demostró una intuición tan especial como la que desprendieron en su momento Bessie Smith, Patsy Cline o la misma Billie Holiday.

Pero fue su segundo trabajo, 'Careless Love', el que despertó la admiración de los críticos. El álbum vendió más de un millón de copias y confirmó lo que era un secreto a voces: pocos se resisten a la sensualidad de Peyroux a la hora de hacer suyos tanto los 'standards' del jazz como temas de Leonard Cohen y Bob Dylan.  

Con 'Half the perfect world', Peyroux ha insuflado a su trabajo un porcentaje de optimismo hasta ahora desconocido. "En este disco hay una línea central de felicidad que está derribando para mí ciertas barreras", destaca la artista. Se aprecia también el crecimiento de la cantante como compositora, ya que firma cuatro de las doce canciones que conforman el cedé.

Herbie Hancock, en el ecuador del ciclo

Herbie Hancock, un instrumentista crucial que ha abierto nuevos caminos en el jazz, presenta mañana en este mismo ciclo, que llega con este concierto a su ecuador, su particular reinvención sonora de las letras de Joni Mitchell. El Cervantes acogerá a las 21.30 horas la actuación de este pianista que empezó a descollar en los sesenta en el mítico quinteto de Miles Davis que grabó 'Miles smiles' o 'In a silent way', y que tras haber explorado los caminos del hard bop, la fusión, el funk jazz o el jazz modal llega a Málaga para presentar 'River: the Joni letters', un álbum elaborado a partir de la lírica de Mitchell y con el que ha obtenido un Grammy.

El contrabajista Dave Holland, el batería Vinnie Colaiuta, el saxofonista Chris Potter y el guitarrista de Benin Lionel Loueke acompañarán en directo a Hancock. Sonya Kitchell y Amy Keys serán las encargadas de las voces, que en el disco que presentan mañana fueron grabadas por Norah Jones, Luciana Souza, Corinne Bailey Rae, Tina Turner o la misma Joni Mitchell. Además, un concierto en solitario de Lionel Loueke precederá la actuación de la banda.

Dependiendo del día, Herbie Hancock podría interpretar una gran variedad de papeles. Es el gran embajador de jazz de Estados Unidos, un defensor de la tecnología futurista, un educador entregado y, por supuesto, una luminaria de la música americana. Como todos los grandes artistas, hace que las cosas vuelvan a presentarse como nuevas. Lo hizo con 'The new standard' (96), cuando encontró el swing en los clásicos del pop. Lo hizo con su toma caleidoscópica en 'Gershwin´s world' (98) y se llevó por ello a casa tres Grammy. Pero a pesar de todos los logros de Hancock dentro y fuera de la música, hay una cosa que no había hecho nunca. “Antes nunca había pensado en las letras”, dice. “Nunca”.

'River: the Joni letters' es el viaje de Hancock al mundo de las palabras, su iniciación como hombre de letras. “Quería que las letras fueran la base de todo este proyecto, que todo surgiera de las letras y su significado. Lo que he hecho antes en otros proyectos es tomar la canción de alguien que me gustara y rearmonizarla”, dice Hancock, un pionero del post-bop jazz, en el que las letras son generalmente un punto de partida creativo. “Antes de ponerme a hacer eso en este disco, pensé que sería mejor descubrir lo que Joni hizo y por qué. Porque si las melodías tomaban una dirección determinada, conociéndola, ella daba esos giros y vueltas y utilizaba ciertos procedimientos basados en lo que sucedía en la letra. Ella es una maestra en eso”.