Corría el año 1973. Un año antes, Lou Reed se mudó a una exclusiva habitación en el hotel de las estrellas de la música, justo enfrente de la ´suite´ de David Bowie. La llave de su nueva residencia se la dieron temas como ´Vicious´, ´Satellite Of Love´, ´Perfect Day´ y ´Walk on the Wild Side´, composiciones que hicieron de ´Transformer´ uno de los discos más laureados de la historia.

El ex Velvet Underground bajó entonces un peldaño más en la escalera hacia la decadencia con la intención de armar su tercer trabajo, ´Berlin´, una obra que echó por tierra los piropos recibidos por los seguidores del glam. La revista ´Rolling Stone´ rebautizó la nueva apuesta del músico de Long Island como el disco más deprimente jamás publicado. ´Berlin´, ahora considerado lo que realmente es, una pieza maestra que anticipó la posterior oleada de óperas rock, fue una valentía cargada de arreglos grandilocuentes para crear un ambiente teatral, melodramático y cabaretero.

El tiempo, juez inapelable, vino a colocar las cosas en su sitio. ´Berlin´, que durante lustros sirvió como el máximo ejemplo de disco maldito, ha acabado siendo canónicamente aceptado como una de las más brillantes muestras de talento en la extensa y tremendamente irregular carrera de Lou Reed. Esta noche, los malagueños tendrán la ocasión de disfrutar de los diez cortes que conforman este álbum. La cita será en el Teatro Cervantes, que cierra con éste directo la programación del ciclo Terral.

"En Berlín junto al muro/ medías un metro setenta y cinco / Era tan agradable / luz de velas y Dubonnet en hielo". Con estas palabras arranca la historia de amor que narra ´Berlin´: el itinerario de dos pobres drogadictos en la ciudad del muro, desde que se conocen hasta que ella decide cortarse las venas. Son Jim y Caroline, dos almas perdidas que, como el propio Reed, encuentran en el abismo su única salida.

Más que en ningún otro, en este disco apuntan las mejores cualidades de Lou Reed como músico y poeta. Sin ´Berlin´, el neoyorquino no aparecería en el listado de los músicos maldito, pero tampoco en el de los creadores capaces de conmover con sus canciones.