La semana pasada, la entidad urbanística de colaboración de Miraflores del Palo expuso sus quejas por lo que consideraba una situación injustificable: la de que, desde los años 60, esté ejerciendo de ´empresa municipal de aguas´ en la urbanización y en viviendas ajenas a ella.

La concejala de Medio Ambiente, Araceli González, quedó en contestar a los vecinos este lunes pero por enfermedad no pudo asistir a la reunión concertada la pasada semana en la sede de Emasa. Atendió a ´Línea Directa´ el gerente de Emasa, José Luis Rodríguez, quien señaló que desde que empezaron las negociaciones en 2002 la empresa municipal tiene "dos conflictos" con la entidad urbanística, sin cuya solución el Ayuntamiento no puede hacerse cargo del suministro de agua: el estado de las redes y la deuda contraída con Emasa, que la entidad urbanística no reconoce como tal.

Con respecto al estado de las redes en Miraflores del Palo, José Luis Rodríguez destaca que antes de que Emasa las reciba "tienen que estar en condiciones, como en el resto de la ciudad porque si no los malagueños van a pagar la modificación y me parece injusto". José Luis Rodríguez precisó que Emasa no puede aceptar "unas redes que pasan por el salón de un chalé, no podemos asumir ese riesgo" y añadió que el diámetro del saneamiento es la mitad del que se utiliza en Málaga.

La última oferta de Emasa ha sido la de que esta puesta a punto de la red de Miraflores del Palo sea costeada por la urbanización durante 7 años con un recargo de 50 céntimos el metro cúbico. "Los 50 céntimos no se pueden bajar porque lo dice la ordenanza municipal de abastecimiento de aguas".

El gerente aporta además una carta firmada por tres asociaciones de consumidores y la asociación de vecinos del Palo, que en 2007 asistieron a una de las reuniones, en la que consideran "un acuerdo justo y equilibrado por ambas partes" una oferta anterior de 15 años con recargo de 50 céntimos.

Con respecto a la deuda que tiene la entidad con Emasa, informa de que ahora mismo supera el millón de euros y se trata de una cuestión que está en manos de un juez de lo contencioso administrativo. La entidad criticaba el precio ´finalista´ que le cobra Emasa, un precio que luego aumenta cuando la entidad tiene que distribuir el agua. Para José Luis Rodríguez, la urbanización es "una comunidad horizontal que recibe un caudal y que luego ella reparte", por lo que no cabe un precio distinto.

El gerente recuerda que en las negociaciones, la deuda llegó a quedarse "en 100.000 euros", por eso considera que no caben más negociaciones y habrá que esperar a que el juez decida sobre la deuda aunque añade: "Retiraríamos el contencioso si quisieran llegar a una solución".