La huelga general del 29-S no logró ayer ser un éxito en Málaga, aunque sí consiguió importantes victorias parciales que merecen ser tomadas en consideración y demuestran la capacidad de arrastre que aún mantienen los sindicatos. Bien es cierto, como señalan sus críticos, que en algunos segmentos como el comercio, el seguimiento parece estar más relacionado con el trabajo incesante de los piquetes que en un convencimiento de los propietarios de los negocios de querer sumarse al paro. Fuese forzado o no, fue un día que en Málaga se vivió –al menos en sus centros neurálgicos– a medio gas, sin llegar a la inactividad de un festivo pero con síntomas de baja actividad: tráfico más descongestionado, comercios tradicionales cerrados y polígonos semivacíos.

Las cifras de participación dadas por las diferentes partes, como de costumbre, fueron bastante desiguales: mientras que los sindicatos convocantes, CCOO y UGT, la cifraban en un 75% (superior al de la huelga de 2002), la Confederación de Empresarios de Málaga la redujo a menos del 25%, y alegando además que fue favorecida por los piquetes y por unos servicios mínimos de transporte que impidieron a muchos desplazarse a su centro de trabajo.

Como se preveía, los sindicatos buscaron golpes de efecto con los que escenificar una gran incidencia de la huelga: para ello, paralizaron por completo la entrada y salida de mercancías a Mercamálaga, impidieron con piquetes la salida de los camiones de Limasa para la recogida de basuras y bloquearon la rotonda de acceso al Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), que entorpeció mucho la llegada de los 13.000 trabajadores del recinto. En Málaga capital, los servicios mínimos de autobuses en la EMT no tuvieron problemas para salir de las cocheras, aunque las colas de pasajeros en las paradas fueron una constante. También lograron un 85% de seguimiento de paro en el sector de la construcción, lo que permitió ver obras como las del metro en Málaga capital o la hiperronda completamente vacías.

Cuatro detenidos

En cuanto al comercio y la hostelería, CCOO y UGT centraron sus esfuerzos en paralizar los negocios del Centro Histórico y sus alrededores, con visita incluida de los piquetes a los centros comerciales Larios y Vialia. Como sucede en estos casos, los comerciantes afectados optaban por cerrar en cuanto veían pasar a los piquetes, y al rato, aprovechaban para reabrir. Sin embargo, la constante vigilancia de los sindicalistas consiguió que durante toda la mañana y primera hora de la tarde, el Centro permaneciese muy poco activo, y con muchos menos paseantes y clientes de lo habitual.

El mercado de Atarazanas también estuvo prácticamente cerrado, y las sucursales bancarias hicieron más trabajo interno que de cara al público. Muchos comercios de la zona optaron directamente por no abrir sus establecimientos o por trabajar con las persianas del local medio bajadas para no sufrir altercados, entre ellos, muchas cafeterías.

No hubo que lamentar, afortunadamente, demasiados altercados: el más grave, los tres detenidos por la Policía Nacional a las puertas de El Corte Inglés en los típicos rifirrafes entre la policía y los manifestantes más exaltados una vez hubo concluido la marcha que CCOO y UGT organizaron por las calles del Centro. Según informaron fuentes de la Administración, los tres agentes detuvieron a estas personas repeliendo sus agresiones. En Marbella también hubo una persona detenida por la Policía Local cuando participaba junto a piquetes de huelguistas.

También hubo altercados entre un policía y dos manifestantes en un encontronazo en el Centro Larios. El agente resultó herido leve y uno de los manifestantes presentaba una brecha en la cabeza tras un golpe recibido en el forcejeo.

Horas antes, ya se habían producido incidentes durante la madrugada, como la quema de entre 30 y 40 contenedores, fundamentalmente en la zona de carretera de Cádiz, el Centro de la capital y Mercamálaga. Además, se quemaron neumáticos delante del Parque Tecnológico de Málaga. También hubo leves altercados con las empresas Portillo y Alsina Graells en la estación de autobuses a cuenta del cumplimiento de servicios mínimos.

El sector público, poco afectado

Si en el sector privado la huelga logró un relativo éxito, las cifras de seguimiento en el ámbito público fueron muy discretas. La delegada provincial del Gobierno andaluz, María Gámez, informó de que el seguimiento de la huelga general por parte de los empleados públicos de la Junta de Andalucía fue del 4,84%, y destacó que todo fue «con normalidad». Según Gámez, el sector donde más se secundó fue en la Administración de Justicia con un 26,84%, mientras que en la docencia la cifra sólo fue de un 1,49%. En la Administración y Función Pública hubo un seguimiento del 11%, y en el sector de la Sanidad el dato fue del 3,5%. Según la Junta, entre las anécdotas de la jornada figuran el «difícil» acceso que sufrieron los que trataron de acceder al garaje del Edificio Negro, por la colocación de candados, y el sellado de alguna cerradura.

El seguimiento de la huelga general en el Ayuntamiento de Málaga, las empresas municipales y los organismos autónomos fue sólo del 8 por ciento, según las estimaciones del Consistorio. La huelga fue secundada por 540 empleados de un total de 6.749: 147 de los 2.874 correspondientes al Ayuntamiento (5,4%), 140 de los 1.251 que son de organismos autónomos (11,1%) y 243 de los 2.624 de empresas municipales y sociedades mercantiles (9,26%).

El paro por sectores

Parque Tecnológico

El 26% de los trabajadores de las 13 empresas más grandes del Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) secundaron la huelga. Estas firmas representan al 35% del total de trabajadores del recinto.

Transportes

El Aeropuerto de Málaga operó sólo 90 vuelos de los 214 previstos (el 42,06%). Los AVE Larga Distancia funcionaron con normalidad, sólo con la circulación del 20% de los trenes AVE habituales.

Construcción

Los sindicatos aseguran que el paro en la construcción alcanzó el 85%, con obras como la del metro completamente paradas. Los empresarios sitúan el seguimiento en menos del 10%.

Mayoristas

El mercado de mayoristas de Mercamálaga estuvo cerrado al 100%, lo que provocó que la actividad fuera mínima en mercados de abastos como el de Atarazanas, el más importante de Málaga.

Junta de Andalucía

La huelga general por parte de los empleados públicos de la Junta de Andalucía fue del 4,84%. En Justicia fue del 26%, en docencia del 1,49% y en sanidad del 3,6%. En la función pública fue del 11%.

Ayuntamiento

El seguimiento en el Ayuntamiento de Málaga, las empresas municipales y los organismos autónomos fue del 8,3%. Eso sí, los camiones de Limasa no salieron y las calles estuvieron llenas de basura.