La compra del Astoria por parte del Ayuntamiento ha tenido unos flecos como los «pequeños hilillos» del Prestige. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha estado un año cerrando los flecos de la compra y, hasta pocos minutos antes de la firma del convenio de adquisición, no estaba claro que se pudiera cerrar. Todo estaba preparado para que, a las 10.30 horas de ayer, el regidor y José Ignacio Basañez, representante de la empresa propietaria del edificio, formalizaran la venta. Los minutos pasaban. Técnicos de Urbanismo entraban y salían de la alcaldía, donde Basañez y su equipo estaban reunidos con Francisco de la Torre. Media hora después comparecían ante la prensa. «Ayer por la noche pensábamos que estaba todo cerrado, pero han surgido unos problemas esta mañana», justificaba De la Torre para explicar el retraso. De nuevo unos flecos que retrasaron, esta vez sólo media hora, un acuerdo que estaba «prácticamente cerrado» hace un año.

La comparecencia tuvo visos de cierto surrealismo. Un representante de Baensa, propietaria del edificio, se escondía de las fotos y las cámaras de televisión con un maletín «porque estoy amenazado». Un notario leyó, ante la prensa, el contenido del convenio, dando fe de lo que se iba a firmar ante el gesto severo de José Ignacio Basañez, que no movió un músculo ni dijo una palabra en todo el proceso. Adusto y serio, parecía que no estaba precisamente alegre con el acuerdo. Al menos una persona aplaudió tras la firma. Sólo una, perteneciente a Baensa y que no fue secundada por los técnicos de Urbanismo, quizá conscientes del precio pagado.

Pero este convenio seguirá haciendo honor a los problemas que ha tenido desde el principio. Queda otro fleco por resolver. Otro hilillo, de entre 5 y 7 millones de euros, correspondiente a lo que los técnicos denominan como «gasto inútil» y que corresponde a lo invertido por Baensa para iniciar el proyecto de las viviendas en la parcela del Astoria y que luego se paralizó con la compra. Eso se acordará en el futuro, aunque todavía no se sabe cómo.

Flecos e hilillos de un acuerdo que, además, se hizo con la empresa La Solana, una firma del grupo Baensa, para terminar de sumar un fleco más.