A unos días de dar el pistoletazo oficial a la campaña electoral, no parece que esa intensa quincena que comienza el día 6 vaya a estar marcada por las buenas intenciones. Ya lo han demostrado esta semana los candidatos del PP y el PSOE, Francisco de la Torre y María Gámez, que se han adentrado en un nada gratificante cruce de acusaciones a cuenta de lo de siempre: esos proyectos eternos que ni unos ni otros han conseguido traer a la ciudad. Haciendo un símil futbolístico en una semana tan marcada por el esférico, los dos han escenificado sobre la arena política el partido que enfrentó a Barça y Madrid en la Champions, por aquello del juego sucio y las pataditas, sin que ninguno se pueda atribuir el temple de Guardiola, magnífico en el ejercicio de no contestar a necias y absurdas palabras.

No habrá fair play en esta campaña. Eso queda claro. Y lo del debate aún está por ver. El único sensato es el candidato de IU, Pedro Moreno Brenes, quien sí ve lo absurdo de debatir sobre debatir. Con una ciudadanía cansada de tanta refriega política, echarse trapos sucios a la cara no es la mejor forma de ganar votos. Más propuestas y menos tonterías. El ciudadano de a pie es más práctico que todo eso: quiere un parque, quiere hospitales, quiere un río en la mejor forma. Y lo quiere sin pararse a pensar en cuál es la administración en juego. De lo visto y oído esta semana se desprende fácilmente el hilo conductor de la campaña del alcalde: recordarle a Gámez todo el tiempo su pasado reciente como delegada del Gobierno andaluz y las actuaciones que no han llegado (macrohospital, Benítez…). Eso e insistir en traer a colación la escena política nacional, con ZP en horas bajas y Griñán aún peor. En el PSOE, la línea de esta semana ha ido por «vender» que el avance de los pueblos es gracias a las inversiones socialistas, discurso que han enarbolado, entre otros, Zarrías y el consejero Ávila. Gámez, por ahora, está activa, propone, visita, discute. Y ha demostrado que también sabe ser contundente en sus respuesta a De la Torre. Pero esperamos de uno y otro contundencia en los proyectos de futuro, en actuaciones concretas. Este mandato es ya pasado y el futuro no se dibuja con acusaciones.

El alcalde también se pasea. Ha presentado la candidatura de Frigiliana, estuvo en la presentación del programa marco provincial y en unos días dará a conocer su programa para la capital. Esta vez habrá también un plan concreto para la Diputación, un programa que el presidente del PP, Elías Bendodo, quiere desvelar en la semana entrante en algún municipio del interior. Lo que no hace falta desvelar es que el organismo supramunicipal es objetivo número uno del partido… y de él mismo.

Ayer el PP también presentó a su candidata en Carratraca, Marian Fernández Espejo, que estuvo acompañada por el parlamentario andaluz Francisco Oblaré,y el alcalde y candidato de Alhaurín de la Torre, Joaquín Villanova, uno de los regidores baluartes de los populares en la provincia.

Frente a las siglas tradicionales, desembarca en Málaga Ciudadanos en Blanco, que presenta lista con la intención de atraer a ese amplísimo porcentaje de ciudadanos que no votó o lo hizo en blanco en los pasados comicios. La formación cree que el voto en blanco sólo beneficia a los grandes y pide a los potenciales electores que apuesten por ellos para verse representados en la vida municipal.