Repsol aún no tiene claro si investigará la existencia de yacimientos de gas en Málaga. El principal impedimento radica en que las fechas concedidas por el Ministerio de Medio Ambiente Rural y Marino (MARM) para la ejecución del proyecto oscilan entre febrero y abril, lo que dificultaría la posibilidad de encontrar las plataformas necesarias para llevar a cabo las perforaciones. Por este motivo, la compañía petrolera apuntó que no está segura de que el sondeo se lleve a cabo y añadió que, de realizarse, «no sería antes de febrero de 2012».

«Hay muchas variables que debemos contemplar, como por ejemplo la disponibilidad de la plataforma para ese periodo tan concreto, ya que son escasas y están muy demandadas», señalaron fuentes de la empresa. En esta línea, aseveraron que «será complicado» encontrar una plataforma para esas fechas teniendo en cuenta «las pocas que operan en todo el mundo», y que la que Repsol tenía contratada para realizar estos trabajos, previstos inicialmente a principios de este año, tuvo que ser trasladada a Marruecos ante el retraso de la autorización del Ministerio de Medio Ambiente.

En este sentido, la compañía había propuesto llevar a cabo el proyecto entre enero y mayo, «teniendo en cuenta las migraciones de cetáceos» para no afectar a la fauna marina, y evitando la época de pesca y de máxima afluencia turística. Así, a pesar de que ya cuentan con una resolución favorable y que sólo tienen que esperar al visto bueno del Ministerio de Industria, antes de tomar una decisión «tienen que analizar la resolución», pues en ella se contemplan muchos requisitos y condicionantes que «debemos tener en cuenta». No obstante, lo que sí tienen claro es que tendrán que solicitar una prórroga (sería la tercera) dado que el permiso caduca el próximo día 20 de agosto.

Tras las críticas recibidas por parte de distintas administraciones, sector turístico y organizaciones ecologistas ante la posibilidad de perjudicar al sector o dañar las especies marinas, Repsol quiso dejar claro que las prospecciones «pretenden buscar gas, no petróleo», por lo que «no hay riesgo de que se produzcan vertidos o derrames».

Además, argumentaron que todo el proceso, en el que llevan trabajando desde el año 2003, viene precedido de los informes pertinentes, como obliga la Administración. «Este proyecto no es nuevo. Llevamos años trabajando en él y desconocemos por qué se producen ahora tantas críticas», indicaron. En esta línea, subrayaron que las administraciones han tenido un plazo para emitir las alegaciones que estimasen oportunas, alegaciones que, en el caso de haber sido presentadas, «se han tenido en cuenta». En cuanto al método de perforación, las prospecciones se llevarían a cabo con «cabezas submarinas», cuyo diámetro es muy pequeño, que se instalan en el subsuelo y canalizan el gas por conductos (que no serían visibles, ya que irían por debajo del mismo).