La jornada de ayer fue una declaración de guerra por parte del funcionariado al Gobierno de Rajoy y al de Griñán. Un anticipo de las movilizaciones que se avecinan. Tras conocerse el ajuste más duro de la democracia en España, que se suma a los recortes ya aprobados por la Junta de Andalucía, la respuesta no se hizo esperar. Por la mañana, funcionarios municipales, de prisiones, de centros sanitarios, docentes..., protestaron en numerosos puntos de la provincia como muestra de rechazo a las medidas impuestas, que les afectan por partida doble. Un viernes 13 con todas sus letras.

La protesta más numerosa se produjo en la tarde noche de ayer, cuando miles de personas se concentraron en la plaza de la Constitución de la capital para emprender una marcha hasta la sede del PP en la avenida de Andalucía, donde pidieron a gritos la dimisión de Mariano Rajoy. La sorpresa llegó cuando llegaron a la sede popular y comprobaron que todas las luces estaban apagadas, ya que todos los dirigentes y cargos públicos del PP estaban en Granada despidiendo a su líder durante los últimos treinta años, Javier Arenas. Ello no impidió que un amplio despliegue de policías antidisturbios protegieran la sede popular, donde no se registraron incidentes de importancia.

La multitudinaria marcha contra los recortes estaba compuesta principalmente por funcionarios y miembros del 15-M, aunque también se fueron uniendo personas, principalmente jóvenes, que se toparon con la protesta y sacaron su vena reivindicativa. La manifestación casi espontánea, convocada a través de las redes sociales, fue ganando adeptos a medida que se acercaban a la sede del PP y cortaron el tráfico en los dos sentidos de la avenida de Andalucía. Una vez delante de la sede de los populares malagueños entonaron varios cánticos contra Rajoy y sus recortes y lanzaron huevos contra la fachada. Luego emprendieron el camino de vuelta hacia la plaza de la Constitución y durante el camino entonaron el himno de los mineros en recocimiento a su lucha.

Funcionarios, sindicatos, estudiantes, trabajadores, parados,... y pensionistas, como Antonio Jurado y su esposa Francisca Jiménez, que han querido mostrar su rechazo a las medidas emprendidas por el Gobierno de Mariano Rajoy (Foto de Jon Nazca /REUTERS)

Esta marcha fue el colofón de un día reivindicativo que empezó por la mañana cuando un centenar de personas se concentraron ante la Delegación de Hacienda, donde se escucharon cánticos como «A ti que estás mirando, también te están robando».

La mayoría de los presentes eran empleados públicos y estuvieron acompañados por el secretario general de CCOO en Málaga, Antonio Herrera, y el secretario provincial de UGT, Manuel Ferrer. Herrera declaró que el Gobierno realiza un «ataque brutal a los trabajadores» y los utiliza como si fueran un «pim pam pum o polichinela», a lo que sumó que «vamos a tirar a la cabeza de los distintas administraciones públicas, porque según algún ministro, son unos vagos». Lo que se encuentra detrás de todo esto, según el líder provincial de CCOO, es desprestigiar a las administraciones públicas y debilitar las prestaciones sociales para privatizar los servicios.

Ferrer, por su parte, añadió a lo dicho que las medidas que afectan al IVA y la liberación de horario para el comercio tendrá consecuencias negativas y el pequeño comercio y el turismo caerá «en picado». Recordó con indignación los aplausos que recibió el presidente por parte de su partido a la hora de transmitir las nuevas medidas e invitó a Rajoy a que convocara un referéndum.

Sanidad Las movilizaciones en cuatro hospitales de la capital congregaron a 1.500 trabajadores sanitarios en las puertas de sus respectivos centros para condenar los recortes que supondrán, para los médicos, la pérdida del 27% de su sueldo anual.

La mayor concentración tuvo lugar en el Hospital Carlos Haya, donde, bajo el lema «La sanidad en muerte cerebral», se unieron medio millar de trabajadores. Pero, además, la convocatoria contó con la presencia de enfermos crónicos, que se verán afectados por los recortes, y de una veintena de profesores que se sumaron a la causa.

Durante 40 minutos se manifestaron e, incluso, llegaron «a cortar la avenida de Carlos Haya», según contó a este periódico el secretario de CCOO del complejo hospitalario Carlos Haya. Además, apareció la Policía Local que, a pesar de «no ser autorizada», no les multó debido a que «ellos también están cabreados por la supresión de la paga extra».

Mientras que en el Hospital Civil y en el Materno se reunieron otras 500 personas, el Hospital Clínico fue otro gran foco de protestas, congregando a otro medio millar de trabajadores. Los sindicatos del Hospital Clínico, que actuaron de forma conjunta, condenan las medidas presentadas por el Gobierno, «que suponen un nuevo ataque sin contemplaciones», e instaron a la Junta de Andalucía a la «modificación del plan de ajustes andaluz».

Durante la manifestación declararon que es necesario «frenar la escalada, sin precedentes, de recortes y eliminación de derechos sociales».

Por otro lado, medio millar de trabajadores del hospital Costa del Sol de Marbella hicieron también una marcha contra los recortes, cortando el tráfico de uno de los carriles de la arteria principal de la localidad, Ricardo Soriano, tras una pancarta que rezaba: «Stop recortes. No nos robéis más».

Los manifestantes, a los que se les unió un centenar de compañeros del centro de salud de Las Albarizas, llevaban guantes azules y gritaban consignas en contra de todos los partidos políticos, no sólo de los que gobiernan en la Junta de Andalucía, a la que le acusan de reducir drásticamente sus salarios.

En el caso de estos empleados temporales, la disminución alcanza el 10 y el 20%, al depender de la agencia pública por lo que cuentan con un convenio aparte.

Paro en el Costa del Sol El 31,57% de los 1.800 trabajadores de la agencia pública Costa del Sol, que incluye el hospital de Marbella y los centros de alta resolución de especialidades de Mijas y Benalmádena, secundaron el primer día de la huelga parcial convocada por el comité de empresa entre las 12.00 y las 15.00 horas, según los datos facilitados por la Junta.

Las consultas se suspendieron y previamente se avisó a los pacientes, a quienes se les facilitará una cita en los próximos quince días con carácter preferente. Los servicios mínimos fueron los de un sábado cualquiera. Las urgencias y los tratamientos oncológicos funcionaron al 100%, mientras que los quirófanos estuvieron operativos aunque a menor rendimiento.

Los trabajadores del Chare de Benalmádena también se echaron ayer a la calle en protesta por los recortes en el sistema sanitario, en una marcha hasta la Casa de la Cultura de Arroyo de la Miel, con el fin de entregar un manifiesto a la alcaldesa, Paloma García Gálvez.

De los casi 200 trabajadores de este hospital, 80 secundaron la huelga y otros 35 se quedaron en el centro en servicios mínimos, aunque los quirófanos y las consultas externas quedaron paralizados. «Los gerentes del hospital deben gestionar mejor las cuentas para sacar dinero de cualquier sitio menos de los sueldos de los trabajadores», explicaron a este rotativo Francisco Javier Pérez y Carlos Marín, del comité de empresa.

Centro penitenciario Igual que en sanidad, los trabajadores del Centro Penitenciario de Alhaurín de la Torre se concentraron ayer 15 minutos en la puerta de acceso al edificio en protesta de los recortes del Gobierno. A pesar de la orden por parte de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias para impedir que los empleados de vigilancia –más de la mitad de la plantilla– pudieran acudir a la protesta, decenas de trabajadores públicos se concentraron en sus minutos de descanso para mostrar su descontento.

Funcionarios municipales Unos 200 trabajadores del Ayuntamiento de Marbella se concentraron a las puertas de las sedes municipales, siendo el grupo más numeroso el de la plaza de Los Naranjos, frente al Ayuntamiento.

«Ha sido un movimiento espontáneo», explicó el portavoz de CCOO, Alfonso Sánchez. «El decreto-ley que ha aprobado el Consejo de Ministros supone una disminución de un 7% de nuestras retribuciones, que se une al 5% anterior. Estamos en una situación de hace 30 años», dijo.

Los empleados, vestidos de negro, pitaron y gritaron en el exterior y el interior del Ayuntamiento. «Esto nos pasa por un gobierno facha», vociferaban. Sánchez recordó que la situación de los empleados públicos en España es muy distinta a la del resto de Europa. «Los sueldos son menores», señaló.

En Nerja, una veintena de funcionarios municipales se manifestaron a las puertas del edificio consistorial para protestar por los recortes. Los trabajadores consideran que la eliminación de la paga extra en Navidad contribuirá a que aumente la tendencia de rebajar el gasto a mínimos históricos, sin posibilidad de que se produzca una recuperación como la planteada desde los foros internacionales.

El personal funcionario y laboral en el Ayuntamiento de Almáchar también se echó a la calle contra los recortes del Gobierno central. El Consistorio cuenta con una plantilla de 21 trabajadores.