La noria gigante que permanece de momento instalada en el recinto ferial del Cortijo de Torres no será desmontada hasta que no pueda realizarse de la manera más adecuada y "atendiendo siempre a las medidas de seguridad pertinentes" según señaló la delegada municipal de Promoción Empresarial, Polígonos y Vía Pública del Ayuntamiento de Málaga, Esther Molina.

El consistorio de la capital malagueña, que ordenó ayer desmontar la atracción porque su excesiva altura puede interferir en la seguridad del espacio aéreo, aclaró que está en contacto continuo con el propietario de la noria y que están trabajando conjuntamente para solventar el problema "lo antes posible".

Según la edil, de no haber sido por un estudio de seguridad de las atracciones feriales que el Consistorio encargó a una consultora externa, este problema no se habría "detectado a tiempo" y añadió que están colaborando con la Agencia Estatal de Seguridad Aérea y Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) para encontrar una solución al problema.

Por su parte, el responsable de la atracción hizo entrega al Ayuntamiento de un estudio elaborado por un ingeniero técnico en el que demuestra la dificultad que entraña desmontar este artefacto y la necesidad de emplear tráilers de gran capacidad para su desmantelamiento total. El dueño de esta noria, que mide 70 metros y pesa unas 600 toneladas, no se ha negado "a desmontar la atracción", según explicó Esther Molina, pero "ha alegado que tiene que hacerse con las suficientes condiciones de seguridad y el espacio adecuado para ello".