Los bolsillos de los malagueños no están tan boyantes como en otras ferias o, al menos, eso es lo que notan las cajas de los hosteleros del Centro de Málaga. Justo en el ecuador de las fiestas, echan en falta un mayor gasto por parte de malagueños y visitantes y también notan que hay menos público en las calles.

Así lo manifiesta Jesús Díaz, encargado del Café Madrid, quien asegura que «no parece feria», al tiempo que afirma que «la afluencia de público ha caído a la mitad».

En esto coincide Roberto Arroyo, también encargado del restaurante Strachan, quien explica que si bien la noche de los fuegos «no estuvo mal», el sábado notó «un 25 por ciento menos de público que otros años» y el domingo «fue malísimo, peor que uno normal». «No vemos ese movimiento de Feria que había antes», lo que a su juicio se debe «a la crisis y al paro». Además, el que se sienta a comer pide «lo más barato» y «si antes pedían cinco raciones, ahora piden dos», apunta.

Por otro lado, Reme López, responsable de las Bodegas Quitapenas, considera que las nuevas zonas que se han sumado a la Feria de día este año les «perjudican», porque «se llevan a la gente a otros lugares», y no confía en que el público y el gasto mejore en lo que queda de semana.

Para Borja Galán, responsable de La Cosmopolita, la Feria también está siendo «muy floja», aunque en su negocio están facturando prácticamente «lo mismo que el año pasado» aunque han tenido que invertir más en actuaciones y actividades para atraer al público. «Tengo la esperanza de que al final de la Feria se mejore un poco» y haya «más gente y más consumo», señala.

El punto de vista de Miguel Ángel Alba, propietario del restaurante Los Alba, es distinto. Es la primera Feria de su negocio, que abrió en febrero, y está contento con cómo se está desarrollando la semana. En su caso también han invertido en vitrinas para el pescado y marisco y mantelerías, lo que considera que les ha ayudado.

Alfonso Guijarro, de la Taberna del Obispo, también está contento por la marcha de la Feria. «Tenemos mucho trabajo» y gracias a los nuevos espacios «hay menos bullicio» y se ve «más gente de mediana edad» y familias que se sientan tranquilamente en la plaza del Obispo a disfrutar de la tarde que, además, es más larga porque este año la Feria de día ha ganado una hora.

Según el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Málaga, Rafael Prado, ya esperaban el descenso de las ventas, que han caído «bastante», aunque explicó que «caminamos hacia la calidad en vez de hacia la cantidad» y apostó por «recuperar a los clientes que se habían perdido por una juventud desmadrada».

Para ello, asegura que seguirán proponiendo nuevas ideas y reclamando «lo que tuvo la Feria del Centro que nos quitaron», los caballos, así como las carretas, una demanda que también les hacen los vecinos y visitantes.

Dice que están «muy contentos» con las medidas tomadas en esta ocasión por el Consistorio, lo que ha hecho que tengan unos días «de tranquilidad absoluta», donde la gente «viene bien vestida» y está «divirtiéndose», aunque recuerda que aún quedan algunos puntos del Centro donde hay botellón, algo con lo que «hay que estar permanentemente alerta».