El hombre de 51 años que fue detenido el sábado por la Policía Local de Málaga después de atrincherarse en su piso con tres bombonas de butano y amenazar con hacerlas explotar, llegó a extraer gas de las mismas. Así lo confirmaron ayer fuentes municipales, que añadieron que también atacó con tres cuchillos a los agentes, a cuatro de los cuales les causó diversas lesiones.

Tal y como adelantó el domingo La Opinión de Málaga, los hechos ocurrieron la tarde del sábado después de mantener una discusión con una patrulla de agentes, ya que supuestamente el hombre dejó aparcado el coche en un paso de cebra. Según las fuentes, cuando comprobó que los policías iban a multarle comenzó a insultarlos desde su ventana, localizada en la avenida Bonaire, a tirar macetas hasta que finalmente se asomó con una bombona y un mechero y amenazó con «reventar el edificio».

Ante estos hechos, los agentes desplazados al lugar desalojaron a los vecinos del bloque y subieron hasta la vivienda del individuo, en el primer piso, donde comprobaron que había un fuerte olor a gas y que en el interior se oían fuertes golpes. Los policías llamaron varias veces a la puerta, aunque el hombre se negó a abrirla y amenazó con gritos como «esto va a reventar», entre insultos y otras frases incoherentes, según la versión policial.

Los agentes utilizaron los medios de los que disponen para forzar la puerta del inmueble, aunque el individuo se había atrincherado presuntamente mediante la colocación de tres bombonas abiertas que emanaban gas, una bicicleta y varios muebles que bloqueaban la puerta, mientras que él se encontraba frente a la misma con un mechero en la mano.

Mientras los policías forzaban la puerta, el individuo trató de acuchillarlos por el hueco que quedó tras lograr doblarla por su parte superior hasta casi la mitad, y los ataques fueron repelidos con los escudos de protección de los agentes. Durante las embestidas, uno de los agentes fue alcanzado con un cuchillo en su mano derecha, aunque no llegó a sufrir lesiones gracias a los guantes anticorte que portaba, cuyo material resultó rajado.

Fuentes del Área de Seguridad del Ayuntamiento de Málaga señalaron que hasta en tres ocasiones tuvieron que desarmar los policías locales al individuo, al que intervinieron un cuchillo de alrededor de dieciocho centímetros de hoja, otro con hoja de sierra fracturada de a cinco centímetros, y un tercero de hoja de sierra de quince centímetros de longitud.

Una vez desarmado y aprovechando un despiste del mismo, varios agentes lograron adentrarse en el inmueble tras saltar la puerta rota y consiguieron reducir al individuo, que se resistió de modo violento y agresivo.