Las batas blancas continúan en pie de guerra y ya son 600 más los profesionales del sector sanitario que pueden ponerse en huelga indefinida a partir del próximo lunes 10 de diciembre.

A los más de 400 residentes que están llamados a la huelga de MIR desde el día 19, pueden sumarse otros 600 especialistas y adjuntos hasta sumar los más de mil profesionales del sector en Carlos Haya, que denuncian el desmantelamiento del complejo.

El delegado sindical de la junta médica, Julio Martínez, explicó a este periódico que tras una asamblea para estudiar la situación se votó casi por unanimidad acudir a huelga indefinida la semana que viene. Más de 600 personas entre facultativos y especialistas en formación como psicólogos, farmacéuticos y médicos consideraron que la situación empieza a tambalearse en el centro hospitalario.

Martínez señaló que el motivo es el desmantelamiento del hospital Carlos Haya, como el cierre del Centro de Alta Resolución (CARE), que según explicó hace meses no tiene actividad por la tarde y que desde enero comenzará a reducir consultas hasta cerrar en verano. «Desde que está Carmen Cortes se ha recortado un 12% de la plantilla médica del hospital, el hospital está infradotado», lamentó, al tiempo que recordó que está acondicionado para atender a 250.000 más a quienes acudan de los comarcales y que en realidad se asiste a 470.000 personas.

Así, destacó que de los 1.050 profesionales llamados a la huelga, 864 son facultativos. «Va a ser indefinida, no sabemos qué ocurrirá pero llegará el momento en que la gerente tenga que hablar. No tiene capacidad de movimiento, no sabe nada del hospital, nunca ha sido residente ni ha estado al pie del cañón», dijo.

Y es que según el delegado sindical de la junta médica, la gerencia puede acabar con la huelga cuando quiera. «Tiene que comprometerse a decir que no va a cerrar el CARE, a reponer la plantilla de trabajadores a quienes se ha despedido: en los tres últimos meses 30 médicos y más de cien auxiliares y administrativos. El 50% de los trabajadores están contratados mes a mes», dijo.

Martínez era hasta hace poco más de un mes jefe de guardias en Carlos Haya. Asegura que tras hacer unas declaraciones el 23 de octubre por la huelga de un día convocada por el sindicato médico, le han dado de baja como responsable.

Volvió a tener palabras para la gerente, a la que afeó que se haya negado a dialogar con los residentes y con los adjuntos. «Deben respetar las listas de espera y que a la población se le dé una atención sanitaria básica y de calidad», dijo. De este modo, señaló que los tiempos de espera se están alargando tanto que hay gente a la que ya fallecida la llaman para ir a la cita con su especialista. «Ahora mismo para poner una prótesis de cadera estamos en los 300 días, y a día de hoy la prótesis de rodilla están en más de 600 días en lista de espera. Cierran quirófanos y se están cortando contratos a anestesistas», destacó.

Además, el colectivo de residentes acordó el domingo por la noche continuar con la huelga indefinida. El jueves de la semana pasada recibieron un escrito de la Junta en que les aseguraron que negociarían si paralizaban temporalmente la huelga. Tras votar las distintas asambleas, estas decidieron hacerlo para dialogar, pero el domingo por la noche les señalaron que no era suficiente y debían desconvocarla. «Nos han engañado y por eso vamos a seguir con la huelga hasta que negocien sin necesidad de desconvocarla», dijo el vocal del Hospital Clínico, Pedro Moya.

Satse denuncia el cierre de la UCI del Civil. El sindicato de enfermería Satse denunció ayer que la dirección del Hospital Carlos Haya ha cerrado la UCI del Hospital Civil. Así, aseguran que el cierre se ha realizado en dos fases por el deterioro del techo de la unidad como consecuencia de las últimas lluvias.

Según el sindicato, el 25 de noviembre el techo de la UCI -que consta de cinco camas- amenazaba con desprenderse, por lo que la unidad quedó clausurada y los pacientes con criterios de UCI fueron ingresados en el área de Observación de la Urgencias del Civil. «Ante la inoperatividad de la UCI del hospital Civil, la dirección del centro decidió trasladar al personal de Enfermería a la UCI de Carlos Haya», aseguran.

Según destacan, el cierre de la UCI ha generado una situación incomprensible e insostenible en las urgencias del Hospital Civil, ya que sobre el personal de Enfermería del área de Observación recae la atención diaria de los pacientes que entran por Urgencias y atender a pacientes con criterios de UCI que necesitan de una atención constante y permanente.