El caso de María Victoria es uno más que se suma al de una lista que empieza a ser demasiado larga. Es un nombre más que se añade a la tragedia de José Miguel o de Amaia. Todos ellos iban a perder sus casas y decidieron poner fin a su calvario. Sin embargo, el de la malagueña que decidió quitarse ayer la vida es diferente. Acababa de recibir una orden de embargo -hubo quien, incluso, se atrevió a decir que ayer mismo- y pasaba por una depresión.

A las 9 y 20 de la mañana un ruido sacó de la rutina a los vecinos de la calle Guadiana, en Los Corazones, que vieron como su vecina de toda la vida se había tirado desde su vivienda en una cuarta planta. Pasadas las 11 de la mañana, el juez levantaba el cadáver de la mujer, que falleció en el acto.

Conchi García, vecina e hija de la antigua cuidadora de la madre de María Victoria, de 52 años, transmitió ayer a los medios de comunicación el convencimiento de los vecinos de que la tragedia se podría haber evitado. Esta joven explicó que, el día anterior, un responsable de la residencia de ancianos de Puerto de la Torre en la que la fallecida quería ingresar a su madre -de 96 años, enferma de alzheimer y postrada en una cama- llamó a los servicios sociales de Cruz de Humilladero para alertar del estado en el que encontró a María Victoria y a sabiendas de que su madre estaba completamente discapacitada. Según su testimonio, María Victoria llamaba a menudo a esa residencia para preguntar si había plazas para su progenitora. «Siempre se sintió culpable de mandarla a una residencia, pero esa era la única que le gustaba», aseguró Conchi, quien descartó el rumor inicial del desahucio. «De esto nos hemos enterado hoy porque lo ha dejado todo escrito. No es un desahucio, sino una notificación de embargo y creemos que tampoco era una cantidad demasiado grande», añadió.

En este sentido, García considera que a María Victoria se le juntó todo porque no encontró salida a su situación en el desempleo, su deuda era más grande que los ingresos provenientes de la paga de su madre, completamente discapacitada con un alzheimer avanzado.

Hace tres años que la mujer perdió su negocio, un estanco en el Polígono El Viso, que había avalado con su vivienda. El banco le reclamaba 120.000 euros. El año pasado, los vecinos recogieron dinero para ayudarle a pagar la deuda, pero a ella le daba vergüenza y no quería que la ayudaran.

Ayer por la mañana, tras recibir una orden de embargo, cogió una escalera para saltar y no toparse con el toldo de su vecino de abajo al caer. Por la tarde, fueron numerosos los ciudadanos que se acercaron a recordar la memoria de María Victoria. Los malagueños improvisaron velas y palabras de aliento en una barriada consternada por el suceso con que se levantaron.

El Ayuntamiento de Málaga, a través del Área de Derechos Sociales, anunció ayer que se había hecho cargo de la madre de la fallecida, que era usuaria de los Servicios Sociales del Consistorio.

La mujer de 96 años fue trasladada por una ambulancia del Real Cuerpo de Bomberos de Málaga a una residencia de mayores, una estancia que, por el momento, será sufragada por el Ayuntamiento como actuación de urgencia.

La anciana está acogida a la Ley de Dependencia y María Victoria era la que se encargaba de su atención, como prestadora de cuidados a su progenitora, según fuentes del Consistorio malagueño. La Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Málaga (PAH) lamentó ayer que la mujer no se acercara a ellos ante sus problemas económicos, aunque reconoció que no iban a actuar porque no era víctima de desahucios. «Desde que se recibe una orden de embargo hasta que se desaloja pasan entre 5 y 15 meses», afirmaron fuentes de esta entidad.

Aún así, quisieron recordar que el decreto del Gobierno contra los desahucios no sirve «para nada» y remarcaron que mientras no se tome una decisión en firme, no habrá posibilidades de paralizar la desesperación que sufren y experimentan los usuarios que son víctimas de las ejecuciones hipotecarias.

Chamizo lamenta la muerte y propone un pacto por la vivienda. El Defensor del Pueblo Andaluz en funciones, José Chamizo, mostró ayer su «tristeza» por el fallecimiento de María Victoria.

En este sentido, Chamizo manifestó que entre los temas «más graves» que «hay que resolver» está el de los desahucios. «Se están dando pasos, pero muy limitados, y espero que las normas que sacó el Gobierno se mejoren en el trámite parlamentario», destacó. Por otra parte, Chamizo reclamó un «acuerdo» con el sistema financiero «para la dación en pago». «Debe hacerse un pacto por la vivienda en el que debe entrar no solo el Gobierno, sino todos los partidos políticos».