Las cámaras suelen reflejar la cara seria y tensa de los participantes cuando el presentador del programa, el cocinero de Canal Sur Enrique Fernández, les informa de que deben marchar a pesarse en la báscula.

Después de repasar todo lo que cada equipo ha hecho los siete días anteriores, llega el momento decisivo, un auténtico examen frente a toda la audiencia. En el primer programa, cada equipo rompió de forma simbólica las básculas que tenían en casa, así que nadie conoce su peso hasta que se enfrentan a las cámaras y los focos cada siete días.

«Cuando Enrique dice lo de entrar en la báscula, el túnel se te hace interminable, primero por ti misma, porque has hecho toda la semana deporte y tu dieta y quieres que eso se vea y claro; hay veces que te da miedo y se te pasa todo por tu cabeza», confiesa Aurora. Por su parte su hija Estefanía destaca que cuando se está pesando «una no quiere defraudar porque sabes que hay mucha gente pendiente de nosotros, ni tampoco defraudarte a ti misma». De igual opinión son Ana María y Juan Antonio, que resaltan la «responsabilidad» que conlleva ser un espejo en el que se miran miles de andaluces.