Las inversiones en infraestructuras en Málaga siguen cayendo en este inicio de 2014 contradiciendo las demandas del sector constructor, que reclama al Gobierno un aumento de las partidas de gasto para ayudar a generar actividad y crear empleo. El primer trimestre del año se ha cerrado con apenas 27 millones de euros en obras sacadas a concurso entre los tres niveles administrativos -Estado, Junta de Andalucía y ayuntamientos-, con una caída de casi el 8% sobre el mismo periodo del año anterior y de hasta un 97% en relación a los máximos que se alcanzaron en 2007, según datos aportados por el vicepresidente de la Cámara de Comercio de Málaga, Juan Cobalea.

Además, el 85% de la inversión en este arranque del ejercicio ha correspondido al poder local (23 millones), quedando lo destinado por el Gobierno y la Junta en cifras casi anecdóticas (entre 1 y 2 millones). Lo que más molesta al representante cameral es que las cifras a la baja de la provincia contrastan con los incrementos que al inicio de 2014 presentan las medias inversoras en Andalucía y en España. Para Cobalea, este hecho demuestra una vez más la «discriminación» que a su juicio sufre Málaga, que sigue «pagando» el haber recibido grandes inversiones en el periodo anterior a la crisis para obras como el AVE o el aeropuerto.

«Seguimos bajando en Málaga mientras en Andalucía y España se anotan crecimientos muy importantes casi triplicando y duplicando respectivamente las cifras de licitaciones en el primer trimestre 2014. La expectativa de la potente inversión en el anillo ferroviario de Antequera, cada vez más complicado que se haga realidad, ha pesado negativamente en la voluntad de plantear e impulsar actuaciones de obras públicas útiles y rentables en Málaga como la prolongación del tren litoral de Fuengirola a Marbella, el inicio del proyecto del Guadalmedina o las depuradoras pendientes», comentó Cobalea.

En 2007, la provincia recibió un máximo inversor de casi 1.500 millones de euros, una cifra que ha bajado casi un 90% hasta 2013, y no fue peor porque en diciembre entraron in extremis unas licitaciones del Gobierno destinadas posiblemente a depuradoras. Según el representante de la Cámara, la inversión en Málaga sigue en 2014 en niveles «ridículos» que suponen un obstáculo para una posible recuperación del sector. A nivel poblacional, Málaga concentra casi el 20% de los habitantes de Andalucía y el 3,5% de España lo que, a juicio de Cobalea, la haría acreedora a más del doble de la inversión actual. La provincia debería contar así con un mínimo de entre 250 y 300 millones de euros al año. No es el momento, claro está, de grandes obras pero sí de redactar proyectos futuros.

El sector destaca también que la obra pública es un gasto productivo. Algunos estudios cifran entre el 60% y el 62% el dinero revertido a las arcas públicas entre impuestos y dinero que se ahorraría en prestaciones por paro. La construcción en Málaga, que llegó a emplear a más de 100.000 personas, apenas da trabajo ahora a poco más de 30.000. Y con la edificación de viviendas parada, la obra pública se antoja clave.