­Un millar de personas, según la Policía Nacional, se concentraron ayer en la plaza de la Constitución, en Málaga, para reclamar la celebración de un referéndum sobre la continuidad o no de la Monarquía.

Convocados por Izquierda Unida, Equo, Podemos y otros colectivos sociales y políticos, los manifestantes, entre ellos el consejero andaluz de Turismo y Comercio, Rafael Rodríguez, corearon lemas a favor de la república y solicitando la celebración de un referéndum. En un ambiente festivo, con numerosas banderas republicanas, la concentración se celebró sin incidentes.

Esta misma imagen se repitió en las otras capitales andaluzas, donde miles de personas salieron a las calles para pedir una consulta a la ciudadanía sobre la continuidad de la Monarquía tras el anuncio del rey Juan Carlos de abdicar en favor de su hijo el príncipe Felipe y exigir la proclamación de la III República.

Según la estimación de la Policía Nacional, facilitada por la Delegación del Gobierno en Andalucía a Europa Press, más de 8.000 personas participaron en las convocatorias previstas en la comunidad andaluza, siendo la más multitudinaria la celebrada en Granada, con 2.000 asistentes.

De otro lado, en Sevilla participaron 1.500 personas, según la policía, y alrededor de 4.000 según los colectivos convocantes.

Por su parte, en Almería la asistencia fue de medio millar de personas; en Córdoba, de 600; en Jaén, de 300. En Huelva, donde la concentración contó con la presencia del vicepresidente de la Junta de Andalucía y dirigente de IULV-CA, Diego Valderas, la participación fue, según los datos oficiales, de 300 personas.

En la provincia de Cádiz, donde se produjeron concentraciones en la capital, Jerez de la Frontera o Algeciras, la cifra de participación fue de 1.650 personas.

El anuncio a las 10.30 horas de la mañana de ayer realizado por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sobre la abdicación del Rey provocó un movimiento instantáneo en las redes sociales de colectivos ciudadanos y partidos políticos llamando a salir a las calles para reclamar una consulta sobre el futuro de la Monarquía. La premura de la convocatoria hizo que las concentraciones no contaran con la autorización de las respectivas delegaciones de Gobierno.