Se traen de recuerdo el haber tocado hace unos días en el corazón del Renacimiento italiano: la plaza de la Señoría, la más importante de Florencia, así como en otras preciosas localidades vecinas. Y como destaca Fermina Castillo, madre de la violinista Estela Lastre, también se traen el «bravi, bravi» que les dedicó el público italiano.

Son la cantera musical de Málaga. 37 músicos de cuerda de 12 a 16 años que forman la Joven Orquesta Promúsica de Málaga, una de las tres orquestas de la Asociación Promúsica de Málaga y que este mes ha participado, junto a orquestas de países como Holanda, Corea del Sur, Estados Unidos o Brasil en la 16ª edición del Festival de Jóvenes Orquestas en Florencia.

Hoy cuentan su experiencia los cinco solistas de esta aventura, capitaneada por el director de orquesta Javier Claudio (Málaga, 1966), tercera generación de músicos. La cuarta está representada por su hija Beatriz Claudio, de 14 años, que ha sido una de las solistas. Lo suyo es el violonchelo. «Elegí el violonchelo, aparte de que me lo inculcó mi padre desde pequeña, por mi abuelo que también lo toca», cuenta. Gracias a internet, Beatriz ha podido seguir el ejemplo de violonchelistas sublimes como Pau Casals, Mstislav Rostropovich o Yo-Yo Ma.

«Ha sido la primera vez que tocaba fuera de solista. Los nervios siempre están ahí, al menos para mí», confiesa la violonchelista Pilar Narbona, de 16 años. Pilar cuenta, que al escuchar los aplausos del público, «se ve reflejado que estamos haciendo nuestro trabajo y te satisface bastante».

Porque la Joven Orquesta se atrevió con Vivaldi en Italia, pero también con Albéniz, el maestro Lecuona, Peter Warlock o Camile Saint Saens, entre otros.

«Es una gran satisfacción poder tocar de solista fuera», dice el violinista Gustavo Abela, de 14 años. A Gustavo el amor por la música le entró gracias a El Conciertazo, el programa televisivo del desaparecido Fernando Argenta.

También es solista de violín Elena González, de la misma edad. «Como experiencia me ha gustado mucho y en cuanto a los nervios, según el día», señala.

En las tres actuaciones de la Joven Orquesta Promúsica de Málaga ha repetido como solista de violín Estela Lastre, de 14 años. «Aunque el sitio que más me ha gustado es la plaza de Florencia, rodeada de tanta cultura», explica. Allí fue donde, tras la actuación, incluidos numerosos bises, los músicos malagueños realizaron una actuación sorpresa (en inglés, flashmob) y tocaron durante todo el camino hasta la meta: el Ponte Vecchio. «Fue espectacular, fueron hasta el Ponte Vecchio tocando Viva la vida de Coldplay como flautistas de Hamelín, con toda la gente detrás», recuerda entre risas Javier Claudio.

Los músicos también han podido hacer amigos con jóvenes intérpretes de otros países como Clara, una holandesa con casa en Pedregalejo. Y el año que viene es muy posible que la cantera musical mundial se cite en Málaga. Javier explica que ya se están haciendo gestiones, «porque Málaga tiene sitios como el Teatro Romano, la Alcazaba o la Catedral... creo que el festival saldrá». Mientras tanto, en diciembre celebrarán los primeros 5 años de Promúsica con su segundo disco compacto.

Ellos son la prueba de que la música clásica ni tiene fronteras ni edad y sí tiene una gran sonrisa.