­Sin euforia, con cierto clima generalizado de escepticismo y remiendos pendientes por todas partes, los alumnos de la escuela de hostelería de La Cónsula, en huelga indefinida desde el pasado 23 de febrero, retomaron ayer las clases teóricas en espera del ingreso prometido por la Junta de Andalucía, que a última hora de la mañana aseguraba estar tramitando el pago del dinero que adeuda a los trabajadores y a la propia institución.

Los estudiantes, a excepción del curso de primero de Cocina, que abandonó el aula en señal de protesta por los plazos sistemáticamente incumplidos por parte del Gobierno andaluz, dieron por buena, aunque con cautela, las explicaciones de los técnicos de la administración, que insisten en que la inversión está garantizada y finalmente comprometida. La presidenta de la Junta, Susana Díaz, aseveró el pasado 4 de marzo que los problemas que atraviesa el centro, recurrentes en los dos últimos años, se solventarían definitivamente en diez días. Además del pago de las nóminas atrasadas -dos-, La Cónsula requiere liquidez para mantener en activo su cocina, actualmente cerrada por falta de presupuesto para comprar comida, con el consecuente perjuicio para los alumnos, que siguen privados del espacio que fundamenta la parte práctica de la formación.

Según Miguel Romero, portavoz de los estudiantes, la Junta informó a la escuela de que a partir de hoy ya se podrán reanudar los pedidos para el nuevo abastecimiento, del que depende igualmente el restaurante de la escuela, también, de momento, sin actividad. Antes de la ansiada vuelta a las clases prácticas, una cuadrilla de limpieza formada por tres limpiadoras contratadas por el Ayuntamiento comenzará a acondicionar el centro, que presenta desperfectos debido a la falta de uso de buena parte de las instalaciones. El Consistorio ha cifrado en 50.000 euros el presupuesto a invertir en las reparaciones, que arrancan hoy con la llegada de las trabajadoras -el primer envite supone un desembolso municipal de alrededor de 3.000 euros-.

La semana pasada un grupo de operarios dependientes del Consistorio ya llevó a cabo trabajos de pintura en el exterior del edificio.

Los alumnos de La Cónsula iniciaron este año el nuevo curso durante el pasado enero, cuatro meses más tarde de lo especificado en la planificación. El pago pendiente de la administración, que se ha comprometido a abonar el 75 por ciento de la subvención correspondiente a 2013, asciende a 1,1 millones de euros.

La Junta de Andalucía decidió el pasado año romper con los ayuntamientos y asumir en solitario la gestión de las escuelas de hostelería, que hasta entonces se regían por consorcios con representación municipal. Previamente, el Gobierno andaluz dejó las competencias relativas a los centros en manos de la Consejería de Educación, que sustituyó en la tarea al controvertido departamento de Empleo, responsable anterior. El pasado mes de mayo el Ayuntamiento adelantó 213.299 euros para el pago de los salarios atrasados y de sus correspondientes compromisos con la Seguridad Social.

Mientras la actividad retorna lentamente a La Cónsula, en la escuela de hostelería La Fonda, ubicada en Benalmádena, prosigue la incertidumbre. En este caso todavía no se ha iniciado el curso lectivo. La deuda de la Junta afecta también a los trabajadores, que llevan la friolera de diez meses sin percibir su salario. La portavoz de la escuela, Carmen Sánchez, aseveró ayer que no se volverá a las aulas hasta que se haga efectivo el ingreso, también comprometido para esta semana.