­La provincia se abraza al crecimiento económico. Lo hace dejando atrás la timidez y el miedo por enarbolar cifras alentadoras, después de casi una década bailando al son de la crisis. Málaga se está cristalizando como provincia llamada a pilotar a Andalucía hacia la salida de crisis. Los entendidos de los números auguran buenos tiempos para el crecimiento de le economía en la provincia de Málaga. Un optimismo que se vio apuntalado ayer por la presentación del boletín Málaga, Economía y Sociedad, que realiza anualmente la Fundación Ciedes y que arrojó un tendencia de crecimiento consolidado para el año 2014. Así, con las cifras sobre la mesa, la economía en la provincia de Málaga registró en 2014 una aceleración en firme que se ha traducido en un incremento del 1,8 por ciento. Con estos datos la provincia saca pecho por encima del resto de la geografía andaluza. El crecimiento estuvo por encima de la media (1,4 por ciento) y convirtió a la provincia en la principal abanderada para incidir en ese primer desquite que supuso el año 2013 para ir dejando en el olvido los años de crisis agudizada.

Destaca, sobre todo, que en el cuarto trimestre el avance del PIB provincial fue del 2,7 por ciento. El número de empresas inscritas a la Seguridad Social en la provincia cerró el año 2014 con 49.574 empresas. Según, Francisco García Navas, miembro de Analistas Económicos y encargado de desglosar el informe, «Málaga sigue demostrando un dinamismo muy importante y la provincia mantiene una actividad puntera». Como punto negativo resaltó las altas cifras de paro que todavía siguen azuzando a la provincia y que demuestran que la crisis sigue siendo abigarrada y exige no abandonar la cautela.

Del informe que se presentó este miércoles, se desprende que el crecimiento de la actividad responde en buena medida al buen comportamiento del turismo y a la recuperación del consumo privado. En cuanto a la actividad turística, este estudio confirma que sigue siendo el sector más importante para la economía local. Con unos resultados muy positivos e instalado de forma definitiva en la ola de los récords, el sector cerró el año 2014 con dos millones de pernoctaciones, lo que supone un crecimiento del 8 por ciento respecto al 2013. También, la tendencia a la internacionalización se ha traducido en la mejora del comercio exterior de la economía malagueña, ascendiendo el valor de las exportaciones de bienes de la provincia a la cota histórica de 1.626 millones de euros. El alcalde, Francisco de la Torre, recién salido del pleno extraordinario, calificó los resultados de «aceptables y positivos».

El desempleo permanece elevado y se extiende como una mancha negra para rebajar las expectativas del crecimiento. La tasa de desempleo en la capital malagueña se sitúa en el 31,2 por ciento. Aunque algo inferior a la tasa regional (34,8 por ciento), las cifras para el 2014 siguieron siendo duras de digerir. De todas maneras, el 2014 supuso una nueva reducción anual del paro en un 8,4 por ciento. El número de afiliados a la Seguridad Social creció de forma generalizada en 2014, aumentando en el promedio un 2,3 por ciento.

En cuanto a las cifras demográficas, el informe también refleja un leve descenso en la población. La población de Málaga, a 1 de enero de 2014, era de 566.913 habitantes, lo que significa una bajada del 0,3 por ciento respecto a 2013. Los cambios en la población se producen, en gran medida, por las variaciones en la población extranjera, que venía experimentando un crecimiento muy notable, pero que en 2014 mostró un descenso significativo.