Dos grupos de la Policía Nacional de Málaga trabajan para identificar y localizar al hombre que hace tres semanas agredió sexualmente a una vecina de Teatinos que se cruzó con él cuando robaba en el interior de varios vehículos en el aparcamiento del edificio. A los agentes de la Comisaría Norte que investigan desde primavera una oleada asaltos que supera el centenar de robos con fuerza en garajes y trasteros de este distrito se han sumado los de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM), cuyos efectivos se centran en la violación de un individuo que se ha ganado el cartel de muy peligroso.

Tal y como adelantó ayer La Opinión de Málaga La Opinión de Málaga, la principal hipótesis que comparten todos los policías es que detrás de este ataque se encuentra el autor de la avalancha de asaltos que no sólo comparten un patrón idéntico, sino que las comunidades que disponían de cámaras de seguridad han grabado imágenes que parecen mostrar al mismo hombre. A pesar de que siempre actúa con la cara cubierta, la fisionomía coincide, igual que unas ejecuciones que están lejos de las de un vulgar robaperas. El individuo, que suele entrar a los bloques por los portales principales entre las dos y las cuatro de la madrugada, se dirige directamente a las plantas subterráneas para cebarse con los trasteros y los vehículos, a los que accede reventando bombines de una forma rápida y poco aparatosa para no delatarse.

Uno de los aspectos que más inquieta a los investigadores es la tranquilidad con la que el hombre trabaja, incluso cuando sabe que está siendo grabado. Fuentes cercanas al caso añaden que esa seguridad en sí mismo también la mantuvo tras amedrentar y agredir sexualmente a la mujer con la que se cruzó en el aparcamiento después de forzar cuatro coches. De hecho, las fuentes explican que las imágenes muestran al hombre saliendo del bloque de la calle Carlos Cano con su botín a la vista y con una tranquilidad impropia de quien acaba de cometer varios robos con fuerza. Mucho menos de quien acaba de violar a una mujer a la que sustrajo las tarjetas de crédito y sus correspondientes claves.

Lejos de dar por cerrada su jornada, se dirigió hacia la capital para extraer dinero de la víctima en un cajero localizado en la calle Sevilla, muy cerca del Hospital Civil. De allí sacó efectivo tres veces a razón de 200, 150 y otros 150 euros cada una. Antes cubrió una ruta que los investigadores tratan de determinar. El poco tiempo invertido por el agresor sugiere que accedió a la avenida Carlos Haya a través de la calle Juan Francés Bosca, aunque pudo llegar hasta la entidad bancaria a través de la avenida Valle Inclán, la calle Martínez de la Rosa y la avenida Barcelona. Esta última también la podría haber alcanzado a través de la avenida Martínez Maldonado. Quizás en moto, quizás en bici, los investigadores prefieren no descartar otra posibilidad por las buenas comunicaciones y escapatorias y el poco tráfico que le ofreció Teatinos esa y otras tantas noches. El hecho de que siempre se decante por robar objetos pequeños pero de valor es uno de los argumentos por los que los investigadores piensan que usa un vehículo de dos ruedas para desplazarse.

La Policía Nacional también investiga el intento de violación de una mujer en diciembre en un garaje de la calle Alcalde Día Zafra, en Cruz de Humilladero, aunque fuentes cercanas al caso descartaron conexión entre ambos casos.