­El sacerdote jesuita y compositor de sevillanas José González de Quevedo falleció la noche del pasado viernes en Málaga a los 90 años, dejando un legado que incluye títulos tan conocidos como Tiempo detente o Tengo en mi casa un tambor, que popularizaron Los Romeros de la Puebla. El artista, conocido como El Padre Quevedo, falleció en la residencia de los jesuitas.