España se encuentra a las puertas de unas elecciones. Las generales del 20 de diciembre cerrarán un año electoral que será recordado por la triple cita con las urnas: autonómicas, locales y, ahora, generales. En vísperas del 20 de diciembre, a falta de que el carrusel de la precampaña empiece a funcionar ya de manera definitiva, el interés del momento radica en ver cómo acaban de encajar las múltiples incógnitas que rodean a la provincia ante una convocatoria que se prevé más reñida que nunca. Por primera vez en la historia, la proliferación de las nuevas formaciones políticas, Podemos y Ciudadanos a la cabeza, amenaza con desconfigurar el mapa político, hasta ahora, dominado claramente por el PP. Monopolizada la hegemonía en Málaga por los populares, la provincia ha sido incluso capaz de resistir a la debacle electoral que supusieron las municipales para los de Mariano Rajoy.

A pesar de que cada elección siempre está acompañado por el halo de la incertidumbre, ya casi nadie duda de que estas elecciones generales son el preludio de una nueva era política que está llamada a acabar con el férreo bipartidismo. Tirando de fundamentos demoscópicos, tanto PP y PSOE deben de sentirse amenazados. La floración de nuevas siglas, sobre todo con Ciudadanos arropado por el ruido de fondo favorable de todas las encuestas, hace casi imposible que se repita el panorama de las últimas elecciones generales de 2011. Esta vez, unos cinco partidos aspiran a sentar un diputado en Madrid y, hasta que las urnas demuestren lo contrario, el sudoku electoral permitirá barajar diferente escenarios. Con un añadido de última hora que puede ser de suma importancia en un panorama que sugiere cambio y encogimiento de distancias. En el nuevo reparto de escaños, la provincia sentará, por primera vez, a once diputados en Madrid. De entrada, tirando de pasado, los populares tienen el derecho a soñar con el diputado once que recaerá en la fuerza más votada. En un escenario electoral más enmarañado que nunca, las urnas despejarán las dudas entre los que se debaten entre la recuperación y el supuesto derrumbamiento acelerado del Estado del bienestar. En 2011, la suma de PP y PSOE superó el 80% del total de votos. Que se repitan estos porcentajes es algo sumamente improbable.

5+3+2+1Escenario favorable para el PP

Un resultado que, sin duda, dejaría caras de extremada felicidad en la sede del PP provincial en calle Andalucía. Con el eco de los recortes y el lógico desgaste de la gestión resonando, colocar a cinco diputados en el Congreso sería todo un éxito para los populares. En el seno del partido son conscientes de que los seis diputados del 2011 no se podrán repetir. El derrumbe de Zapatero, sumado al emerger de una crisis sin precedentes, creó una situación extremadamente favorable que ahora ha cambiado. Con la duda pendiente de saber quién liderará la lista popular, la figura del actual alcalde de Estepona, José María García Urbano, gana cada vez más fuerza. Cuenta con el plus de una gestión intachable al frente de su ayuntamiento y con el hecho de haber ganado peso a base de mérito propio, alejado de la habitual carrera política amamantada por la teta de un partido. Fuentes del PP confirman que hay partido, más que nunca. Aunque no hay que olvidar a Celia Villalobos. Con más de 20 años ejerciendo en la vida pública, su sombra es alargada. Las listas populares las decide Mariano Rajoy, cuyo asesor de cabecera es el marido de Villalobos, Pedro Arriola. El PP, sin embargo, habría hecho valer el papel que se ha otorgado como gestor de una crisis sin precedentes y como el responsable de devolver a España a la senda del crecimiento. Aunque el PSOE mantendría el número de diputados, los socialistas aspiran a más. Que el PP sea el partido más votado en la provincia es probable, pero el PSOE quiere reducir el margen. Ciudadanos puja con fuerza y si las encuestas tienen su reflejo en las urnas, podrá sacar dos diputados. Aunque, en este caso, el escenario se habría roto por el flanco del centroizquierda. El último diputado va para Podemos. Aspirar a dos suena a utopía.

4+4+2+1El PSOE le gana terreno al PP

El acentuado derrotismo socialista, herencia de la época de Zapatero, se ha olvidado. Ya consiguió ser la fuerza más votada en las pasadas elecciones autonómicas y ahora quiere ganarle terreno al PP. Igualar a los populares en diputados, significaría allanar el terreno para Pedro Sánchez desde una provincia ya convertida, a todas luces, en fortín del Partido Popular. Los socialistas están liderados por primera vez por Miguel Ángel Heredia. El de Mollina ha ganado peso orgánico en la última legislatura, hasta convertirse en el número tres del partido. Entre los factores que pueden favorecer al PSOE, está la figura de Susana Díaz. La actual presidenta ha demostrado su capacidad de atraer votos y se involucrará en la campaña electoral. Se está barajando la posibilidad de que pueda coincidir con Pedro Sánchez en un acto en Málaga. Ciudadanos seguiría teniendo dos diputados, con Irene Rivera al frente. La bifurcación de la izquierda y la confluencia fracasada, dejaría como principal perjudicado a Izquierda Unida. Alberto Montero sacaría su escaño por Podemos.

4+3+3+1La eclosión de Ciudadanos

Como demuestra la efervescencia demoscópica de Ciudadanos, el mensaje de Albert Rivera ha calado en el momento preciso. Rupturista con el bipartidismo, pero no con el sistema en sí, las aspiraciones internas no tienen techo. Con el PP en cuatro diputados y el PSOE estancado, sacar tres diputados en la provincia sería motivo para descolchar el champán. Pero esos son, precisamente, los cálculos que se barajan en Ciudadanos. Como confiesan las personas cercanas a su cabeza de lista, Irene Rivera, el objetivo es irrumpir de manera fulgurante en Madrid. La tensión galopante en el proceso secesionista podría dar alas a Ciudadanos en plena liza electoral. Su postura firme a la hora de defender la unidad territorial de Cataluña, sumará puntos.

3+4+3+1El PP se desploma

El voto de castigo golpea fuertemente al PP y reduce a los populares hasta dejarlos en tres diputados. En este caso, Ciudadanos habría recibido parte del voto tradicional y el PSOE también hubiera pillado algo de ese votante, aunque no muy extendido en España, que va cambiando entre PP y PSOE. Tradicionalmente, los populares han resistido en la provincia, aunque la indignación ciudadana, con su desafección política, puede cobrar su precio en las urnas.

4+4+1+1+1Málaga La Roja

Las elecciones generales se prevén especialmente complicadas para Izquierda Unida. Envuelta en una ensalada de cifras y después del intento fracasado de confluir con Podemos, las encuestas auguran un panorama negro para IU. Finalmente, la tradicional formación de izquierdas acudirá a las urnas bajo la marca de IU-Unidad Popular. En la provincia de Málaga siempre han logrado sacar un diputado.