La empresa Limasa ha demandado a todos los miembros del comité de empresa por la huelga convocada a partir del 14 de diciembre, según figura en el texto de la demanda que la empresa ha presentado pidiendo la suspensión cautelar del paro.

Limasa plantea en su escrito un proceso de conflicto colectivo que justifica en las diferencias laborales con la plantilla y demanda judicialmente a los 23 miembros del comité de empresa por convocar huelga sin esperar a que se resuelva el conflicto judicial planteado por la empresa sobre si los acuerdos adoptados en diciembre de 2013 tienen rango de convenio colectivo o no.

La demanda ha recaído por sorteo en el juzgado de lo Social número 5, que ahora deberá llamar y escuchar a los miembros demandados del comité antes de adoptar una resolución sobre la petición de suspensión.

Al margen de la vía judicial emprendida por Limasa y a falta de cuatro días para que empiece la huelga de limpieza, no hay ningún elemento en el escenario de este conflicto laboral que mueva a la esperanza de un acercamiento de posiciones entre las partes en conflicto que evite el paro.

Tras el fracaso de la reunión nocturna entre el Ayuntamiento de Málaga, con el alcalde, Francisco de la Torre a la cabeza, y el comité presidido por Manuel Belmonte, ayer ambas partes acudieron a la mediación que oficia la autoridad laboral a través del Sercla (Servicio extrajudicial de resolución de conflictos laborales).

Tras cuatro horas reunidos por separado con los mediadores del Sercla, las posiciones se mantuvieron inamovibles, por lo que los responsables del servicio volvieron a citar a las dos partes para hoy con la idea de llegar al acercamiento.

El Ayuntamiento y la empresa se mantienen en su oferta lanzada el martes: que la plantilla de fijos vuelva a descansar los sábados durante seis meses y contratar a más eventuales y ‘domingueros’ en ese tiempo, aumentando también la contratación de eventuales en verano, lo que tiene un coste de 2,2 millones de euros.

La plantilla se mantiene en su propuesta de volver a descansar los sábados y domingos; recuperar íntegramente la paga de productividad (1.431 euros pero prorrateada); y que el mes de vacaciones se concentre de forma íntegra entre junio y septiembre, salvo seis días. Mientras, el Ayuntamiento de Málaga defiende que sólo una parte se tome en verano y el resto durante todo el año para ahorrarse los refuerzos de la temporada estival.

Tras la cita de ayer en el Sercla, el presidente del comité de empresa aseguró que la última propuesta de De la Torre «no va a ningún lado, ya que hace dos años nos dijo que cualquier euro que se invirtiera sería para los eventuales y mintió». Además, criticó la actitud del alcalde que, «por una parte, dice que quiere negociar; por otra, solicita la suspensión cautelar de la huelga, y, por otra, nos quiere poner a la ciudadanía en contra».

«Así es complicado alcanzar un acuerdo», advirtió el representante sindical. No obstante, añadió que «nuestra idea seguirá siendo hasta el último minuto para llegar a un buen acuerdo».

Por su parte, el concejal de Sostenibilidad Medioambiental, Raúl Jiménez, presente también en la reunión del Sercla, subrayó que «no hay un pozo sin fondo de dinero en el Ayuntamiento», que tiene el 49% del accionariado de la empresa y que es a su vez su único cliente. Así, defendió que la oferta hecha por De la Torre, valorada en 2,2 millones, es consecuencia de «haber eliminado gastos previstos para otro tipo de partidas para destinarlas a Limasa», y responde a «la pretensión de los trabajadores de descansar los sábados durante seis meses y contratar a más eventuales y domingueros para mejorar, además, la limpieza durante el verano». «Es un intento de ganar todos: trabajadores fijos, eventuales, domingueros y sobre todo la ciudad», añadió Jiménez, que hizo hincapié en que «en una negociación las dos partes tienen que ceder y el Ayuntamiento ya no tiene más margen de maniobra económicamente. No hay que olvidar que el presupuesto es limitado».