­La tasa de vacunación sistemática frente al virus del papiloma humano (VPH) en Andalucía es una de las más bajas de España, con un 56,2%, siendo la media española del 77%, según datos del IX Simposium de Pediatría del Grupo Uncibay, que entre el jueves y el viernes ha reunido a numerosos expertos para tratar los temas más actuales de la salud de los más pequeños, como el uso de herramientas digitales, la alimentación o las vacunas.

Precisamente con motivo de estas jornadas ayer presentaron un estudio relativo al conocimiento que de esta vacuna tienen los andaluces, arrojando unos datos poco halagüeños: uno de cada cuatro andaluces desconoce que el VPH afecta tanto a hombres como a mujeres. Entre el 75 y el 80% de los hombres y mujeres sexualmente activos entrarán en contacto con el virus en algún momento de sus vidas, pudiendo llegar a desarrollar, en el caso de las mujeres, cáncer de cuello de útero, anal, vulvar y vaginal o, en el caso de los varones, cáncer anal, genital, de pene u orofaringeo.

«Es imprescindible acercar a la sociedad los beneficios de una de las herramientas preventivas más eficaces que conocemos: las vacunas», señaló el director del simposium, Manuel Baca. Según datos del estudio desarrollado entre andaluces, una de las cuestiones que más les preocupa sobre el VPH es la forma en que pueden prevenirlo. Sin embargo, más de la mitad de los encuestados (52,7%) considera que el uso del preservativo es la herramienta más adecuada de protección frente al VPH por lo que desconocen que el preservativo no es una herramienta de prevención total.

Por su parte, el director de Relaciones Institucionales del Institut Català d´Oncologia, Xavier Bosch, manifestó en la comparecencia que la vacunación frente a esta infección es la única herramienta de prevención probada que ha mostrado eficacia y seguridad frente a las enfermedades asociadas al VPH. En este sentido, explicaron que la mayoría de las personas vacunadas reconocieron que lo habían hecho por consejo de su médico. Otras causas que también señala el estudio como motivadoras hacia la vacunación fueron la presencia de infecciones previas de su pareja sexual o del propio interesado. La mayoría de los no vacunados dijo en la encuesta haber estado falto de información y mostró su desconocimiento sobre el hecho de que los hombres puedan vacunarse contra la misma.