­Catedrático de Botánica por la Universidad de Córdoba, de la que fue rector entre 1998 y 2006, sevillano de nacimiento y andaluz de vocación, Eugenio Domínguez Vilches asumió las riendas de la Universidad Internacional de Andalucía hace un par de años. Entre sus objetivos, hacer de ésta una institución más visible y reconocida. Asegura que la enseñanza de postgrado es cada vez más importante, por lo que la UNIA ha adquirido una mayor notoriedad entre los estudiantes, que la eligen por la comodidad de las clases on line. Asistió al acto de toma de posesión del nuevo equipo de gobierno de la UMA, encabezado por José Ángel Narváez. Quiere desarrollar proyectos conjuntos y que exista sinergia entre ambas universidades.

¿En qué se diferencia la UNIA de cualquier otra universidad pública andaluza?

Las diferencias son cosas de enjundia. Nosotros somos una Universidad dirigida exclusivamente al postgrado. Hasta hace pocos años, hasta la entrada en vigor del Plan Bolonia, el postgrado se restringía exclusivamente al doctorado. Sin embargo, una vez que entró en marcha el nuevo Espacio Europeo de Enseñanza Superior (EEES) y se modificaron los estudios universitarios, el postgrado también está formado por los másteres. Y el máster hoy por hoy es fundamental para cualquier egresado. De hecho, hay muchas carreras que sin máster no hay salida laboral. En la UNIA nos dedicamos al postgrado en sus tres líneas: másteres oficiales (aprobados por la Junta de Andalucía y el Distrito Único Universitario Andaluz) los másteres propios, en función de lo que el mercado necesita; y los cursos de perfeccionamiento, ofertados casi siempre a petición de colegios profesionales.

¿Cuál es su oferta y qué ventajas tiene?

Otra de nuestras características es la no presencialidad, tanto en los másteres oficiales como los de perfeccionamiento. Así permitimos que mucha gente que por circunstancias económicas no podrían estudiar un máster tengan acceso a nuestra oferta. También se ve reforzado por nuestra vocación latinoamericana. No es lo mismo traernos a un alumno de Guatemala durante dos años que hacerlos durante seis meses y que el resto del máster lo pueda estudiar desde su país de origen.

¿No tener profesorado propio no puede ser considerado una debilidad de la UNIA?

Todo lo contrario. Lo entendemos como una fortaleza: tenemos a los profesores que necesistamos en cada momento. Es decir, no tenemos profesores y los tenemos a todos. Si alguno demuestra, tras las encuestas de calidad que responden nuestros alumnos, que no da el nivel, no se renueva su contrato para el año siguiente.

¿Cuál es la gran asignatura pendiente de la UNIA?

Que aún somos poco conocidos. A pesar incluso de que se ha producido este cambio en la enseñanza de postgrado. Los estudiantes que nos descubren se dan cuenta de que existe la posibilidades de no tener que desplazarse a sitios lejanos para estudiar. Por ello hemos apostado por hacer más visible nuestra sede en Málaga. Antes estaba en el PTA, incardinada con el mundo empresarial, pero nadie sabía ni qué eramos ni dónde estábamos. Por eso ahora estamos en el edificio Mena, en el centro neurálgico, para que los malagueños sepan que tienen otra universidad más en su ciudad.

¿Cómo ha sido la evolución de la demanda de estudiantes?

A pesar de que hemos pasado por tres años muy difíciles con la crisis económica, afortunadamente no hemos encontrado ningún descenso en la apetencia por parte de los alumnos. Nos hemos mantenido e incluso incrementado. No nos podemos quejar. También es verdad que somos bastante conservadores a la hora de decidir qué cursos y qué másteres damos. Ofrecemos cosas que tengan demanda, porque el dinero es escaso y público.

¿Cuál es el perfil del alumno de la UNIA?

Es muy heterogéneo, pero cada vez más femenino y de gente que hace tiempo que terminó su grado. La edad sube bastante, porque esos egresados se han dado cuenta de la necesidad de la formación permanente y de que se quedaron atascados en su conocimiento. También tenemos muchos alumnos latinoamericanos, sobre todo muchos cubanos, pero ahora le ganan colombianos y mexicanos.

¿Sus egresados salen colocados?

Tenemos un estudio reciente de la CRUE sobre las universidades españolas y las probabilidades de encontrar trabajo se multiplican. Son datos objetivos, son números. Hacemos seguimientos en el plan estratégico. Tenemos unos datos que son nuestros. Pero el alumno que encuentra trabajo muchas veces no lo dice. El que encuentra trabajo se olvida de quién se lo ha buscado.

¿A cuánto asciende el presupuesto de la UNIA?

Recibimos una aportación importante de 14 millones de euros del presupuesto de la Junta de Andalucía, pero llegamos a los 19 millones de euros, que salen de programas con empresas, patrocinios, ayudas de alumnos, convenios y proyectos de investigación.

¿Cómo son sus relaciones con la Universidad de Málaga?

Queremos hacer patente nuestra presencia y colaborar al 100% con el nuevo rector de la UMA. Ya hemos establecido los contactos correspondientes y queremos coordinar másteres conjuntos. Somos dos unidades de un sistema público y tiene que haber sinergia entre las dos instituciones.