­Una apuesta como origen del mercadillo de ropa más grande de España sirve para resumir la historia de Chicfy. Laura, ¿cuántos zapatos tienes? fue la pregunta de Nono que desencadenó «el paraíso donde las chic chic chicas compran y venden moda», como se autodefine la plataforma. Según su cofundadora, Laura Muñoz, el funcionamiento es muy básico: una plataforma que pone en contacto a chicas para que conecten sus armarios. Cada una gestiona su tienda, se encarga de poner los precios y subir las imágenes de los artículos que desea vender.

Pero su gran apuesta es la ´Comunidad Chicfy´, de la que ya forman parte más decuatro millones de usuarias y que genera, mes a mes, una cifra similar de conversaciones. «Es un sitio donde te puedes divertir, las usuarias entran para hablar entre ellas y hay un ambiente muy bonito. Hacemos mucho hincapié en las relaciones interpersonales, es el corazón de todo», cuenta. De ahí que el portal destine un grupo de personas, el equipo Amor, para atender a las clientas con el cariño como filosofía principal. Su objetivo es que comprar y vender (comisiona un 20%) sea una consecuencia natural de esas interacciones.

Con casi 4.300.000 prendas disponibles y otro millón de artículos vendidos, hasta el momento, la comunidad Chicfy no para de crecer. Se estima que cada segundo se sube un artículo y son suficientes otros seis para vender otro. En otras palabras, sería capaz de llenar un Corte Inglés en una semana y vaciarlo en tres. Y no paran de innovar. Esta misma semana han lanzado pequefy, un espacio en el que las mamás y los papás podrán intercambiar la moda de los más pequeños de la casa. Y ya están volcados en la organización de sus propios eventos. En concreto de ´Las fiestas Chicfy´ donde las usuarias tendrán la oportunidad de conocerse personalmente y encontrtarse con el equipo detrás de la marca. La primera de ellas será previsiblemente el próximo mes en Málaga, su ciudad base, y poco a poco se irán sucediendo en otros lugares, siempre con las usuarias como anfitrionas.

Historia. A pesar de que Chicfy se asienta en Málaga, la idea comenzó a gestarse en Granada, donde Laura conoció a su compañero de aventura, Nono Ruiz. Su espíritu emprendedor la animó en la búsqueda de un trabajo en el que ser su propia jefa y tras probar con la hostelería (un negocio que les dejó una deuda importante) ambos tuvieron que replantearse otras opciones. Un casting para participar en el programa de televisión 'Atrapa un millón', en el que consiguieron un premio de más de cien mil euros, hizo el resto.

Investigaron en la red y comprobaron que la versión estadounidense de su idea estaba obteniendo muy buenos resultados. Fue entonces cuando desde el salón de su casa se pusieron manos al teclado y solo en su primer día consiguieron más de 40.000 visitas.

Tan grande ha sido el crecimiento de la empresa que la plantilla cuenta ya con un total de 22 jóvenes, de entre 25 y 38 años, la mayoría de ellas chicas y malagueñas. En un principio ayudó la crisis, aunque reconocen que les costó arrancar y que tuvieron grandes equivocaciones. Sin contar con una barrera que tuvieron que derribar cuando comenzaron en febrero de 2013: el concepto que se tenía de la ropa de segunda mano era bastante negativo. Las bloggers también han sido importantes a la hora de desterrar la creencia. «Dan imagen y suelen hacer fotos muy buenas, algo que el equipo de Estilo (que cada día selecciona las mejores imágenes de prendas subidas) valora mucho.

Otro punto fuerte de Chicfy es la seguridad que ofrece a la hora de comprar. ya que todas las transacciones se hacen a través de la plataforma. Se encargan de realizar los pagos a las vendedoras, mes a mes, y también de solucionar cualquier tipo de incidencia que pueda surgir en el envío.