El responsable de Compras de Limasa se enfrenta a un posible despido después de que una investigación interna realizada por la empresa haya concluido con que el empleado se habría apropiado de casi 10.000 euros engordando decenas de pequeñas facturas de dos proveedores con los que estaba conchabado desde hacía un año. Los dos proveedores accedían a inflar las facturas a cambio de seguir siendo suministradores de la empresa.

El resultado de la investigación le fue comunicado este jueves al trabajador por parte del jefe de Recursos Humanos, estando presentes dos representantes del comité de empresa. En la misma reunión quedaron libres de sospecha los otros dos trabajadores a los que la empresa había abierto expediente y suspendidos de empleo el pasado miércoles, 29 de junio, la jefa de Contabilidad y el jefe de Almacén.

Entrega de sobres. Según la investigación realizada, el jefe de Compras (y no el de Almacén como errónemente se ha publicado en anteriores informaciones), , un hombre con una larga trayectoria en Limasa, habría concertado con dos empresas y de manera especial con una de ellas, dedicadas a suministrar pequeñas piezas de accesorios para los vehículos de Limasa, el engorde de las facturas emitidas en pequeñas cantidades. Este procedimiento irregular se vendría produciendo desde hace un año. Los proveedores se aseguraban con ello el seguir siendo suministradores y el responsable de Compras recibía a cambio determinadas cantidades de dinero.

La investigación señala que la empresa ha podido comprobar como un día determinado el jefe de Compras salía de su domicilio, en una localidad limítrofe con la capital, se dirigía a un punto determinado donde al poco aparecía una furgoneta de una de las empresas proveedoras y uno de sus ocupantes le entregaba un sobre.

La investigación se puso en marcha por una denuncia efectuada por la responsable de Contabilidad, que informó de sus sospechas a la directora Económica Financiera y al jefe de Producción.

En un principio, a la propia denunciante, junto con el jefe de Almacén y el responsable de Compras, se les abrió expedientes y fueron suspendidos de empleo, pero no de sueldo. Tras concluir la investigación, la denunciante y el jefe de Almacén han quedado libres de sospechas y la empresa les ha levantado la suspensión de trabajo. Mientras, el jefe de Compras mantiene la suspensión de empleo.

Ahora éste tiene varios días para presentar en su defensa un pliego de descargos. El paso siguiente será la reunión de la comisión laboral, un órgano previsto en el convenio, donde están representados la dirección de la empresa y también del comité y donde se discutirá y probablemente se aprobará una propuesta de sanción que, según las fuentes consultadas por este periódico podría acabar en el despido.