Los comedores sociales que se reparten por toda la provincia de Málaga este verano tienen que seguir dando la talla. Parece ser que las previsiones de recuperación y las promesas de mejora no resuenan en estos lugares, que se abarrotan cada día de más personas que no tienen nada que llevarse a la boca.

«La crisis aquí parece que no se recupera, siguen viniendo personas a pedir alimentos igual que años atrás. Esa recuperación de la que hablan no la hemos sentido», declara Luisa Álvarez, administradora de La Asociación de Padres Huelin. No es solo ella la que tiene esta opinión. «Estamos estancados, las necesidades se han mantenido, las mismas personas con los mismos problemas, que tienen poca ayuda por parte de la administración», subraya Fernando Gutiérrez, del comedor social Amfre Mar.

En estos lugares, los ciudadanos más necesitados de Málaga, independientemente del origen, clase social o problema con alguna adicción, son acogidos. Los Ángeles Malagueños de la Noche tiene clara su filosofía, «todo el que tenga necesidad que venga y se siente», afirmó Antonio Menéndez, presidente de la asociación. La antigua ubicación de esta organización estaba entorpeciendo su labor con los 2.000 ciudadanos que acudían cada día a sus puertas. Después de unas donaciones, por fin contarán con su propio comedor, doscientas veinte sillas que garantizarán tres comidas al día. «Hemos luchado para que Málaga se sienta orgullosa de tener un comedor con estas características . Un lugar digno donde se puedan sentar a comer todos los que lo necesiten», aclara orgulloso el presidente de la asociación.

Nuevos comedores

No será este el único comedor que se abra en esta temporada, debido a la cantidad de niños que no reciben becas comedor Amfre Mar ha decidido construir un lugar para ellos. «Vamos a abrir un comedor infantil y juvenil en septiembre, ya que los comedores escolares no pueden abarcar a todos los niños» reconoce Fernando Gutiérrez, presidente de la asociación. Este comedor infantil-juvenil acogerá a niños y niñas con edades comprendidas entre tres y doce años. Una ayuda más para todos los hogares en los que les es muy difícil garantizar las tres comidas diarias.

La Asociación de Padres Huelin repartió, en el años 2014, un total de 150.516 kilos de comida para 450 familias, un número que ha ido aumentando de forma continua durante estos dos años. «Contamos con cuarenta voluntarios que se encargan de poder abastecer a todas las familias», señala Luisa Álvarez.

Además de tener comedores sociales, las diferentes organizaciones donan comida para que los ciudadanos las tengan en las casas.

El día 29 de este mes, los Ángeles Malagueños de la Noche harán un gran reparto de alimentos para abastecer todos los hogares de la provincia y que este verano cuenten con la ayuda suficiente.

Hacen falta muchos kilos

Para que todas las asociaciones estén preparadas hace falta un gran número de kilos de comida. Por ello, las donaciones de los propios ciudadanos, en las recogidas de alimentos que se organizan en los distintos puntos de ciudad, son cruciales.

Son pocas las grandes superficies que están concienciadas con la causa. Muchas prefieren desechar los alimentos que donarlos. «Yo voy a recoger la comida al propio supermercado, en la puerta, llueve, truene o haga calor, porque no nos dejan pasar», dice Luisa Álvarez.

Makro es una de las pocas superficies que prestan su ayuda a esta labor. La Asociación Padre Huelin acude a este supermercado al por mayor para que les ceda algunos productos.

Uno de los grandes problemas que tiene la sociedad es la poca concienciación sobre el consumo de los alimentos. Son muchos los kilos de comida que llenan las basuras mientras otros se mueren de hambre.

El director general de lndustria Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Fernando Burgaz, destacó que se desperdician un total de 7,7 millones de toneladas de alimentos al año, de los cuales 1,36 millones corresponden a los hogares, lo que supone en torno al 40% del total de productos que se desechan. Burgaz alerta de que la «magnitud» del problema del desperdicio de alimentos en España es «enorme».

Muchos son los factores por los que, hoy en día, numerosas personas no tienen más remedio que acudir a comedores sociales o demandan una bolsa con víveres para sus hogares. Factores a los que se le está poniendo poca solución. Ante esto, Antonio Menéndez hace una llamada a la solidaridad: «Tendríamos que ser más solidarios. La vida es una noria y nunca se sabe si estarás arriba o abajo. Hay que ser más humanos. Si no nos ayudamos entre nosotros, ¿quién lo va a hacer?».

De momento, estas asociaciones siguen luchando porque todas las familias malagueñas en riesgo de exclusión social puedan desayunar, comer y cenar con normalidad.

@andrearioslope1