En las últimas décadas, hasta que llegó la crisis económica, la provincia ha vivido un boom urbanístico sin igual. Esa explosión se dejó notar especialmente en las franjas más cercanas al litoral, una circunstancia que no obstante no era ajena a Málaga. Así, en 1987 más del 66% de la franja costera ya estaba urbanizada, pero ese porcentaje ha aumentado hasta alcanzar el 80,5%, el más alto de todo el litoral español en los primeros 500 metros de costa, según revela el último Observatorio de la Sostenibilidad, publicado recientemente y que se ha basado en datos de Corine Land Cover.

Analizando la situación actual del litoral malagueño, el informe concluye que Málaga es la segunda provincia, tras Castellón, que más cambios ha sufrido en su litoral en los últimos años y revela que el plazo de saturación urbanística de la Costa del Sol es de 33 años en la zona más pegada al mar, lo que «debe interpretarse en términos de que la costa malagueña ya no tiene cabida para más». Málaga es junto con Alicante la provincia con un menor plazo de colmatación en los primeros 500 metros, y el estudio resalta que la ocupación de suelo en la franja de 10 kilómetros es de las más altas de España, aunque en este caso el plazo de urbanización total es de 200 años.

El Observatorio de la Sostenibilidad califica a Málaga como una de las costas más transformadas de todo el litoral español, «llegándose a dar el caso de docenas y docenas de kilómetros de edificaciones ininterrumpidas que configuran una gran fachada de cemento», lo que hace que sea además la más urbanizada de todo el Mediterráneo. Las únicas y escasas zonas que se han librado de esa masificación se encuentran en algunos puntos entre Nerja y Vélez Málaga, aunque el informe lanza un aviso y califica como «zona caliente» las que se hallan a ambos lados de Torre del Mar y la franja entre San Diego y la Chullera, en la parte más occidental de la provincia, dado que están menos urbanizadas pero a la vez carecen de protección.

La intensa edificación de la franja litoral malagueña ha venido acompañada asimisimo de un incremento de la población, que en veinte años ha subido en un 42% en los primeros dos kilómetros y casi un 40% en los diez kilómetros. La demanda de vivienda hizo así que entre 1987 y 2011 se artificializara un kilómetro al año, es decir, casi el 20% de la transformación de la costa malagueña en su historia, en sus primeros 500 metros de litoral, se ha producido en poco más de veinte años.

En la franja de dos kilómetros, el porcentaje de costa artificial es del 57%, con una transformación de 276 hectáreas al año, lo que de seguir así colmatará ese espacio en medio siglo; y cuando se amplía a los diez kilómetros la media de espacio urbanizado al año fue en las últimas dos décadas de 610 hectáreas. Todo ello ha hecho que Málaga presente junto a Alicante y Barcelona «el cordón urbano litoral más compacto y extenso de España», resalta el informe, que incide en que la provincia, junto a otras como Valencia, Barcelona, Cádiz o Alicante, con un 50% más de superficie artificial en su litoral, «representan desde tiempos anteriores a 1987 una manera insostenible de planificar», destacando además que la urbanización en la Costa del Sol malagueña se está ampliando ya hacia territorio de la provincia gaditana.

En la primera línea litoral, el Observatorio indica que prácticamente el 64% de la ocupación del suelo ha sido por zonas urbanas, que en esos primeros 500 metros suman más de 5.000 hectáreas. Por contra, las zonas verdes artificiales apenas se acercan al 3% y las zonas industriales, comerciales y de transporte sólo suponen un 3,6%. Así, el 75% de esa primera franja se puede considerar ocupada por superficies artificiales.