­Tras el tira y afloja de los últimos días en los que Ciudadanos tensó la cuerda en cuyo extremo estaba el concejal de Economía, Carlos Conde, ambas formaciones dejaron ayer prácticamente cerrado el acuerdo sobre las ordenanzas fiscales para 2017, según pudo conocer este periódico. El acuerdo permitirá que en los primeros días de la semana próxima se celebre un pleno extraordinario para aprobar el proyecto de ordenanzas, que saldría adelante gracias a los votos de PP y Ciudadanos.

El acuerdo -que aún debe formalizarse- se hizo posible una vez que en la mañana de ayer el grupo de Ciudadanos recibió la documentación que había solicitado y que tiene que ver con el grado de cumplimiento de los proyectos y actuaciones introducidas en el presupuesto de 2016 por iniciativa de la formación naranja.

La documentación le fue remitida por el área de Alcaldía, una vez que fue confeccionada por la de Economía y esto permitió un breve encuentro entre el concejal Carlos Conde y el portavoz de Ciudadanos, Juan Cassá, que sirvió para dejar cerrado de manera informal el acuerdo.

La alarma había saltado en los últimos días cuando el concejal de Economía se aventuró a señalar que Málaga podría quedarse sin tener nuevas ordenanzas fiscales para 2017 (las que fijan el coste de los impuestos y tasas) y el gobierno local podría verse obligado a prorrogar las de este año. Conde explicó que el equipo de gobierno no contaba todavía con el sí de Ciudadanos para poder aprobar estas ordenanzas y, lo que es peor, se le acaba el tiempo para poder aprobarlas de manera que puedan entrar en vigor el 1 de enero de 2017.

A ello se sumó que el resto de los grupos de la oposición: PSOE, Málaga Ahora y Málaga para la Gente, anunciaron su voto en contra. Estos grupos, que critican la falta de negociación para este proyecto, ni siquiera se han molestado en presentar enmiendas al proyecto de ordenanza presentado por el equipo de gobierno, para mostrar así su desapego.

Al día siguiente, Ciudadanos prolongó la incertidumbre cuando su viceportavoz, Alejandro Carballo, recordó al PP que, aunque la negociación iba por buen camino, su grupo «no daba cheques en blanco». «Creemos que es cuestión de tiempo, van en una buena línea y, finalmente, esperamos podemos cerrar un acuerdo, pero toda negociación lleva su tiempo y nos quedan unos flecos», añadió, al tiempo que acusó a Carlos Conde de tener «el síndrome del portavoz» y de haber «montado un culebrón donde no lo hay».