La consejera de Salud de la Junta de Andalucía, Marina Álvarez, insistió ayer en que su departamento «tiene el compromiso de hacer caso, no demorar en el tiempo» y responder a la propuesta que tiene que efectuar el grupo de trabajo encargado de definir las necesidades sanitarias de Málaga capital.

Así lo reiteró en la sesión de ayer en el Parlamento andaluz la titular de Salud a preguntas de la parlamentaria malagueña del PP Patricia Navarro, quien hizo hincapié en el déficit sanitario de la provincia de Málaga, con una media de 1,5 camas por cada 1.000 habitantes, «muy lejos» de la que señala la Organización Mundial de la Salud, de entre ocho y diez por cada millar de habitantes.

Álvarez replicó que no es sólo importante la cantidad sino la calidad y más concretamente el porcentaje de ocupación, que debe ser de entre el 70 y el 80 por ciento y que en el caso de la provincia es del 72-73 por ciento. En la misma línea, recordó también el «auge» de la actividad hospitalaria sin ingresos y que en la mayoría de los procesos asistenciales se intenta una menor hospitalización. No obstante, subrayó que responderán cuando tengan la propuesta del grupo de expertos, que aún no ha recibido aunque ya se ha conocido que consideran necesaria la construcción de un hospital de 800 camas en unos terrenos propiedad de la Diputación, detrás del Materno Infantil de la capital.

Al respecto, la popular Patricia Navarro recalcó que en Málaga vive medio millón más de personas que hace 25 años «y tenemos las mismas camas, por no decir menos porque, según los sindicatos, en los últimos ocho años se han perdido 400 camas».

Además, destacó la colaboración del Ayuntamiento y que el presidente de la Diputación, Elías Bendodo, está de acuerdo en poner a disposición de la Consejería los terrenos «pero manteniendo los otros dos hospitales completos».

Por su parte, la plataforma 'Málaga por una sanidad digna' consideró que, además de la construcción de un nuevo hospital en Málaga para hacer frente a la «necesidad evidente» de camas públicas, es «más imperioso si cabe» la renovación y dotación material y humana de los actuales centros sanitarios. Así, criticaron el «abandono» , «degradación y el cierre de plantas y quirófanos», en centros como el Regional, Civil, Materno o Marítimo de Torremolinos.