Saber dónde se ha producido, en qué momento y cómo se ha desarrollado la agresión -verbal o física- al colectivo médico estará incluido en un observatorio para conocer al mínimo detalle todas las situaciones a las que se exponen los profesionales. La medida se acordó ayer en la primera mesa de trabajo que se ha creado con la participación de diversas instituciones y colectivos y que contempla el seguimiento de aquellas agresiones que se lleven a cabo en las redes sociales.

Una veintena de representantes de instituciones públicas, sindicatos, fuerzas del Estado y el sector sanitario componen esta mesa multidisciplinar que persigue la tolerancia cero a las agresiones que sufren los profesionales médicos, según expuso el propio vicepresidente del Colegio de Médicos de Málaga, José Antonio Ortega. Un sector en el que no paran de crecer las denuncias por agresiones desde 2006 y,a pesar de ello, representan «la punta del iceberg», según indicó el presidente del Colegio de Médicos de Málaga, Juan José Luque.

El mundo virtual representa un nuevo escenario para el cual los participantes han acordado crear mesas específicas. «Se crean nuevas formas de delincuencia pero no son situaciones de impunidad. Se puede investigar a los que se amparan en el anonimato», expuso el fiscal jefe de la Audiencia de Málaga, Juan Carlos López.

Asimismo, los integrantes de la mesa de trabajo destacaron la creación de un observatorio de agresiones que contemple los mismos criterios con el objetivo de que todas las partes implicadas trabajen con las mismas cifras. Algunos denuncian pero otros muchos no llegan al juzgado y piden asistencia jurídica al Colegio de Médicos. Además, la mesa contará con un interlocutor policial territorial sanitario para servir de nexo de unión entre ambas partes. Unas medidas que se unen al acuerdo nacional con medidas policiales para frenar las agresiones al sector.

Otro de los puntos de este encuentro fue la creación de un mapa de riesgo de agresiones. Conocer cuáles son los puntos más sensibles de cara a las agresiones es una de las tareas que elaboran desde finales de verano, según expuso el subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones. Un catálogo de centros hospitalarios en el que se estudia el riesgo de agresiones y en el que se tienen en cuenta características como el perfil de agresores y familiares, franjas horarias, especialidades sanitarias, infraestructuras y seguridad privada. Además, se asesorará sobre posibles medidas a implantar para que los facultativos estén más respaldados. Un trabajo que llevan a cabo de manera conjunta Policía Nacional y Guardia Civil. Solo en lo que va de año ya hay contabilizadas 21 agresiones a personal médico, una cifra que sube hasta 29, según los propios datos que barajan los sindicatos.

Otro de los puntos que se expuso durante la jornada fueron las agresiones dentro de la sanidad privada. La normativa actual no considera esta figura y los presentes expresaron su interés en proteger a esos facultativos, con independencia del centro en el que trabajen y apostar por una respuesta penal más ajustada. como detalló el fiscal jefe de la Audiencia provincial de Málaga.

El secretario general de Salud y Recursos Comunes de la Delegación territorial de Salud, Igualdad y Políticas Sociales, Juan José Monedero, recordó la creación del plan de prevención y contra las agresiones en el ámbito sanitario que creó la institución en 2005 y que pondrá a disposición de la mesa para trabajar de manera coordinada.

Todos los participantes lanzaron el mensaje unánime de fomentar las denuncias para vencer «esta lacra» y recordaron la posibilidad de hacerlo de manera anónima a través de la aplicación móvil AlertCops. Asimismo, Juan José Monedero señaló que todas las medidas que se realicen en este colectivo se extrapolarán al resto de personal sanitario para que ampare a todo tipo de trabajadores, con independencia de su profesión.