La asociación de vecinos de Pedregalejo no ha querido que finalice el año sin volver a reclamar al Ministerio de Medio Ambiente la protección total del roquedal submarino de los Baños del Carmen.

Como señala Antonio Delgado, dirigente vecinal, «nosotros el roquedal lo hemos defendido desde siempre y lo defenderemos a ultranza, por eso el informe medioambiental tiene que adaptarse para que no desaparezca sino que se mantenga y mejore».

Los vecinos han visto con alivio la marcha atrás del proyecto de reforma del Balneario del Carmen, después de que el propio Ministerio de Medio Ambiente, tras las alegaciones de colectivos como el Aula del Mar, descartara en abril de este año la evaluación de impacto ambiental abreviada y pidiera una evaluación ordinaria que examinara, más a fondo, las consecuencias del proyecto, que incluye una playa artificial de arena que según el Aula del Mar, acabaría con la fauna y flora submarina del roquedal.

«Ese es el dilema, que nadie garantiza que eso siga. Habrá que ver lo que dice la evaluación ambiental. En todo caso, es el mismo Gobierno, a través del Ministerio de Medio Ambiente, el que ve los informes y dice que no se puede avanzar, porque la duda razonable de que el roquedal se liquida, está», señala Adolfo García, de la asociación de vecinos, que destaca que «aquí todo el mundo habla del proyecto, de los espigones o del restaurante, pero pasa de puntillas por la cuestión medioambiental, cuando el documento medioambiental es lo que puede decir qué se hace y lo que no», advierte.

La asociación de vecinos también quiere saber qué pasará en 2018 con la concesión del restaurante, que en principio concluye, pues finaliza la prórroga de 30 años que dio la Ley de Costas de 1988.

Por este motivo, la arquitecta Lorena Garzarán, la autora de la proyecto de reforma de la zona, presentado por la Plataforma ciudadana en Defensa de los Baños del Carmen, informa de que a partir de enero, la asociación de vecinos quiere retomar las reuniones con las administraciones. En especial, con la Demarcación de Costas. A este respecto, Adolfo García recuerda que la asociación lleva pidiendo una reunión con Costas desde el pasado mes de julio, sin resultado.

«Evidentemente, el Ministerio de Medio Ambiente no va a consultar a la asociación de vecinos. Nos vamos a encontrar con el asunto, en cierta manera, cerrado, cuando ya se saque a exposición pública, aunque puedas presentar una alegación; por eso queremos tener un intercambio de opiniones para ver cómo va el roquedal».Propuesta de la plataforma

Adolfo García incidió en el proyecto de reforma de la plataforma ciudadana, que llegó a estar expuesto en el patio de banderas del Ayuntamiento en 2014. Pese a que recibió muchos parabienes de los representantes políticos que lo examinaron, «el documento lo tienen todas las administraciones y nadie contesta nada», lamentó. Por este motivo mostró su sospecha de que el silencio administrativo quiere llevar a los «hechos consumados», tanto en la cuestión medioambiental como en el de la concesión del restaurante.

«Y no vamos a permitir, bajo ningún concepto, los hechos consumados, porque esto es un suelo público y, como mínimo, hay que pedir la opinión del sector», remachó.

El dirigente vecinal, por último, resaltó que, si finalmente la evaluación medioambiental «da la razón a los ciudadanos, acabará con el proyecto de reforma de 2010 o por lo menos, tendrá que ser reformado en la línea que venimos defendiendo, porque en la cuestión del Medio Ambiente, tanto lo proyectado para la parte de tierra como para la parte del mar se tienen que casar».Aula del Mar

Como informó La Opinión en octubre pasado, los biólogos del Aula del Mar consideran el roquedal del Balneario del Carmen un tesoro submarino amenazado por el proyecto de playa artificial en los Baños del Carmen, ya sea de arena fina o de chinos. «Arena o gravilla es lo mismo, genera mucha turbidez y se pondría en riesgo toda la diversidad», avisó Juan Jesús Martín, del Aula del Mar, que resaltó que es el único espacio submarino de este tipo en el municipio de Málaga.