La gripe ha alcanzado en estas fechas su incidencia máxima en Andalucía, lo que ha llevado a los centros sanitarios a activar medidas incluidas en el Plan de Alta Frecuentación para abordar de manera coordinada los incrementos de la demanda asistencial urgente. La tasa de incidencia de la gripe se ha incrementado hasta alcanzar los 133 casos por 100.000 habitantes, según los últimos datos registrados a través del Sistema de Vigilancia de Gripe de Andalucía. En el caso de Málaga, donde los picos suelen llevar una semana de retraso respecto a la media de la comunidad por contar con temperaturas más cálidas, la incidencia a mitad de diciembre era de 73 casos por cada 100.000 habitantes aunque se estima que actualmente se rondará ya el centenar, según explicó ayer a este periódico la epidemióloga de Atención Primaria del Distrito Málaga-Guadalhorce, Carmen Cortes.

Cortes explicó que la actual campaña de gripe se está desarrollando con normalidad y añadió incluso que la virulencia este año entre los pacientes es de momento menor que la de ejercicios precedentes, con menos casos graves. El tipo de gripe más frecuente está siendo la B, al contrario que el pasado año, donde la A fue la predominante. A mitad de diciembre ya se habían vacunado en la provincia de Málaga más de 176.000 personas, principalmente mayores de 65 años, pero también niños, personas afectadas con enfermedades crónicas o embarazas, entre otros segmentos de atención prioritaria. La tasa de vacunación entre la población mayor ronda el 50%.

«La sintomatología de este año está siendo leve, con un menor número de casos que revistan gravedad. Podemos decir que este año el pico de gripe se ha adelantado una semana en Andalucía, aunque Málaga, por su climatología, suele ir con una semana de retraso. El pico comenzará a remitir a partir de la tercera semana de enero», comentó Cortes. Los consejos para prevenir la gripe son los habituales, entre ellos, no ponerse nunca la mano en la boca al estornudar (usar pañuelos desechables), lavarse siempre las manos y evitar tocarse mucho la cara o la boca. La gripe se transmite por vías respiratorias o por la saliva.

Plan activado

El aumento de incidencia del virus en estas fechas ha provocado una mayor demanda de pacientes en los servicios de urgencias de los centros sanitarios, que por este motivo mantienen activado el Plan de Alta Frecuentación desde el pasado 1 de diciembre, con el objetivo de abordar los incrementos habituales de la demanda asistencial urgente durante los meses de invierno.

Fundamentalmente, las personas que más acuden a los puntos de urgencias son pacientes mayores aquejados por diferentes patologías crónicas (bronconeumopatías, insuficiencia cardíaca, diabetes, cardiopatía isquémica) y, en general, pacientes pluripatológicos cuyas enfermedades de base se descompensan con el frío y los virus circulantes.

De manera proporcional a la mayor incidencia de la gripe se está registrando un aumento de la demanda de atención urgente en los centros sanitarios a la que se da con el Plan de Alta Frecuentación, que establece unas líneas estratégicas para los hospitales y los centros de atención primaria del SAS y es adaptado cada año.

El plan contempla la monitorización de cuatro parámetros: el aumento del número de urgencias, el incremento de pacientes en el área de observación, el aumento del número de ingresos hospitalarios y el número de pacientes que solicitan atención domiciliaria a los centros de atención primaria. Para ello se comparan estos datos con la media de los obtenidos el mismo día de la semana del año anterior.

En esta semana, la demanda de atención urgente se ha incrementado de forma significativa en algunos centros sanitarios, por encima del 25% de la media de urgencias atendidas en años anteriores, lo que ha supuesto la activación de las medidas contempladas en la fase 3 del plan.

Entre estas medidas se encuentran, en atención primaria, la ampliación de las agendas en las consultas de los centros de salud y el incremento de profesionales de los servicios de urgencias. En hospitales, la fase tres supone medidas como aumentar la disponibilidad de camas o gestionar los ingresos hospitalarios.