Dos años hace ya que José Ángel Narváez accedió al rectorado de la Universidad de Málaga y su balance es positivo. Ya lo fue el primer año. Alcanzado el ecuador, el rector mantiene los pilares en los que se asienta su acción de gobierno. Son tres: económico, legislativo y estratégico. Para lo que queda de mandato, la UMA se marca como objetivo acabar definitivamente con la precariedad laboral, logrando la estabilización de las plantillas docentes, «porque un mejor profesorado es sinónimo de una mayor calidad de la enseñanza», según Narváez.

El rector explicó que al llegar el nuevo equipo de gobierno se encontró con una «importante carencia». «Perdíamos muchos profesores», señaló. «Su situación era muy precaria, por lo que iniciamos una política de profesorado destinada a la consolidación de quienes podían, y esta pasada semana tomaron posesión de sus cargos 77 nuevos catedráticos y a la lucha contra esa precariedad», explicó el rector. Narváez señaló que se ha eliminado la figura del profesor sustituto interino a tiempo parcial y que están en vías de hacer lo mismo con los profesores sustitutos interinos a tiempo completo. «Los vamos a sustituir por ayudantes doctores, que es el comienzo de la carrera docente en la Universidad».

Del mismo modo, el rector de la institución académica malagueña destacó que «nos enfrentamos al envejecimiento de las plantillas y un profesor universitario no se improvisa». Por ello, hizo hincapié en la necesidad de poner en marcha planes de futuro. Entre ellos, uno de promoción de los profesores asociados, es decir, aquellos que dan clases en la UMA varias horas a la semana «pero están trabajando en otros sitios». «Queremos incorporarlos a nuestras plantillas porque no queremos desperdiciar talento», dijo Narváez, que informó también de otro plan de captación del talento, con políticas activas para la incorporación de profesores españoles y extranjeros. Entre 15 y 20 nuevas plazas se van a crear, dijo Narváez.

No solo de PDI vive la Universidad. El PAS juega un papel importante que el rector no deja de elogiar cada vez que tiene una oportunidad. Durante la crisis, el personal de administración y servicios de la UMA es el que más ha sufrido. La ley no permitía, si quiera, cubrir la tasa de reposición y el trabajo se multiplicaba. Por ello, Narváez ha dado los primeros pasos para cambiar la estructura de la UMA, con un plan de ordenación de recursos humanos y con un plan de funcionariado para hacer funcionario al personal laboral, «con todos sus derechos y deberes».

En total, en los primeros dos años se han creado o se van a crear un total de 320 nuevos puestos de trabajo, resaltó el rector.

En un encuentro con los medios de comunicación, José Ángel Narváez hizo especial hincapié en los planes propios en los que viene trabajando la institución académica malagueña. Por ejemplo, las becas de cohesión social, para impedir que ningún alumno se vea obligado de abandonar su carrera por falta de dinero. «La Universidad tiene que ser una institución elitista de talento, pero no en la economía», dijo. La UMA pone dos millones en este programa de ayudas. Y otros dos en el plan integral de docencia, para integrar la enseñanza académica en el sistema productivo. Y otros tres en el de investigación y transferencia, con el que se apoya a los grupos de investigación, se les sirve de soporte de proyectos, contratación de personal o creación de patentes, de redes e institutos universitarios.

La de Málaga es además la única Universidad que cuentan con un plan de empleabilidad y un plan propio denominado Smart-Campus, que concibe Teatinos como un espacio más sostenible y habitable, abierto a la ciudad y convertido en un laboratorio donde estudiantes y profesores lleven a cabo sus proyectos de investigación.

Entre los hitos de su mandato, en este mismo encuentro Narváez destacó, en el plano legislativo, la aprobación de los nuevos estatutos de la UMA, los terceros en toda su historia y rodeados de un amplio consenso de toda la comunidad universitaria.

Del mismo modo, el rector explicó que las principales líneas de acción de los últimos años y de cara al futuro pasan por la internacionalización, aumentar la capacidad emprendodera y el carácter innovador, que genere talento. Hacer una UMA sin fronteras, abierta a la sociedad y de valores, «me gustaría que la sociedad reconozca a un estudiante de la UMA por estos adjetivos», deseó el rector.