­En las profundidades del mar Mediterráneo tiene lugar un terremoto. En solo treinta segundos los sistemas de alerta de tsunami de todo el mundo tienen esta información, a partir de ahí, diez minutos de cálculos infinitos que abordan diversos parámetros para dar una estimación de la magnitud y localización del fenómeno. En seis minutos más, los sismólogos tienen en sus pantallas la simulación a tiempo real de lo que se avecina y unas boyas virtuales en la costa marcan el nivel de alerta que tiene la población. Los países afectados contarán con algo menos de una hora para poner en marcha planes de evacuación, el tiempo que tardará la ola y sus réplicas en llegar a la costa.

No es ciencia ficción. Es el sistema más avanzado que existe con información a tiempo real sobre la deformación que provoca este fenómeno en mitad del mar y que permite tomar medidas que pongan a salvo a la población antes de que llegue. El sistema de alerta nacional de Italia ya lo tiene instalado y el Instituto Geográfico Nacional de España lo ha implantado a modo de prueba. Tecnología punta que ha desarrollado el grupo EDANYA de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Málaga y que ahora opta al prestigioso galardón «NVIDIA Global Impact Award» de EEUU, la primera vez en su historia que una universidad española ha quedado finalista, junto a Pricenton University y Massachusetts General Hospital, a falta de conocer el cuarto finalista.

«Nuestro equipo reproduce tsunamis que ya han ocurrido, hace simulacros sobre algo que podría pasar en el futuro y reproduce a tiempo real un tsunami e incluso con algo de antelación porque nos dice qué va a pasar», explica Jorge Macías, profesor titular de la Universidad de Málaga y miembro del grupo EDANYA.

Esto último ha sido lo que les ha dado el pase a la final de este galardón que dirá los nombres de sus dos premiados el próximo lunes, 26 de marzo, en California, ciudad a la que se desplazará Macías en representación del grupo compuesto por ocho matemáticos, ingenieros informáticos y graduados en Tecnología Industrial, y varios becarios.

Uno de los principales puntos a favor para formar parte de esta selecta lista de finalista ha sido que para desarrollar las imágenes en tiempo real, el grupo EDANYA trabaja con las tarjetas gráficas de los videojuegos, conocidas como GPU, algo novedoso en este campo. Hasta el momento toda la tecnología que se había desarrollado se hacía a través de chip de ordenadores CPU, según indicó Macías. Además de su carácter novedoso, los otros dos parámetros que debe cumplir para optar a este reconocimiento es el impacto positivo dentro de la sociedad que supone. «Con esta aplicación damos una respuesta rápida a Protección Civil para que sepa qué hacer», aclara Macías. Y, por último, que pueda beneficiar a otros grupos de investigación.

Si el próximo lunes, 26 de marzo, se proclaman como uno de los ganadores del certamen, destinarán el dinero a contrataciones y a continuar con su investigación. Hasta 100.000 dólares que al cambio son unos 81.000 euros que irían directos a la Universidad de Málaga y que darían opciones para trabajar en la recreación a tiempo real de hasta dónde llegaría una inundación en el momento que se activa la alerta por tsunami. «Intentaríamos que fuera en unos diez minutos», explica Macías. Y es que, en la actualidad se puede prever el movimiento inicial de ese tsunami y, a través de las boyas virtuales colocadas frente a la costa, se calcula la altura de la ola que llega a ese punto y se lanza un código -verde, amarillo, naranja y rojo- que delimita el nivel de alerta al que se enfrenta la población. Todo ello con un coste muy inferior a los modelos más próximos con los que se ha trabajado hasta el momento.

En el caso de España, el grupo tiene un convenio de colaboración con el IGN que trabaja a modo de prueba la tecnología que desarrolla pero el objetivo es implantarlo en su totalidad. Y es que, Macías asegura que el plan nacional de alerta de tsunami califica como «absolutamente necesario» tener un plan de evacuación y actuación en la costa atlántica de Huelva y Cádiz. En el mar Mediterráneo es recomendable,al igual que en Galicia. Aunque en la costa cantábrica no se estima necesario.

Málaga se engloba dentro de esa alerta naranja que el protocolo del plan nacional califica como necesario tener un plan de evacuación y, aunque las probabilidades son mínimas, no se debe descartar. «Los sismólogos dicen que donde ha habido un tsunami volverá a suceder y donde no ha sucedido, puede pasar», expone este matemático. Aunque durante el 2017 hubo una intensa actividad sísmica al sur del mar Alborán (desde el Estrecho hasta Almería) y se constató una magnitud de 6,2 grados, las fallas tectónicas no son lo suficientemente grandes para que se produzca alguna de las impactantes imágenes que años atrás hemos visto en países como Japón. En el caso de que un tsunami se produjera próximo a la costa malagueña, el profesor expone que poco tendría que ver con esas imágenes dramáticas que vemos por televisión. «Sería una marea muy grande, una inudación de un metro de alto, más o menos, que entraría y movería los coches y la gente no sabría qué hacer», explica. Las zonas más afectadas serían aquellas en las que hay menos edificaciones y en las que predominan las llanuras. En proyectos antiguos y recreaciones llevadas a cabo, ellos mismos mostraban la zona de la desembocadura del Guadalhorce o Guadalmar como algunas de las que se verían más afectadas. «Lo que se vería afectado serían las playas sobre todo pero las edificaciones impedirían el paso del agua», aclara. La zona en la que existen más probabilidades de que se produzca este fenómeno en el mar de Alborán es frente a Argelia. El último tsunami se remonta a 2003 y tuvo una magnitud de 6,8 grados con impacto en las Islas Baleares.

Sin saber cuándo, la zona en la que no se descarta que haya un tsunami por las condiciones geológicas que tiene dicho escenario es la costa de Huelva y Cádiz. El gran terremoto de 1755 que destruyó la ciudad de Lisboa y que tuvo su epicentro en el océano Atlántico es una de las pruebas irrefutables aunque el periodo de recurrencia (tiempo estimado entre tsunami y tsunami) lo haga probable una vez cada 500 o 1.000 años.

EquipO EDANYALos creadores del programa Tsunami-HySEA

De la tercera planta del departamento de Matemáticas Aplicadas del edificio de matemáticas de la Facultad de Ciencias ha salido este proyecto en el que trabajan ocho profesores titulares acompañados de cinco estudiantes en la actualidad. Fue en 2005 cuando comenzaron sus primeros pasos dentro de la recreación de tsunamis pero hasta 2013 no bautizaron el programa bajo el nombre Tsunami-HySEA.

Los Inicios Una oportunidad para colaborar con EEUU que abrió puertas

El profesor Macías detalla que la oportunidad para este grupo de investigación vino en 2012 cuando el prestigioso organismo National Oceanic Atmospheric Administration (NOAA) de EEUU solicitó el desarrollo de su tecnología para ver la recreación de tsunamis creados por deslizamientos -movimientos sísmicos debajo del agua-; la segunda causa más común que da lugar a este fenónemo, por detrás de los terremotos submarinos.

Simulación de la llegada de un tsunami a Málaga

Entre los múltiples simulacros que ha elaborado el grupo de investigación está el de Málaga. Unas recreaciones, junto a las de la costa gaditana y de Portugal, que se utilizaron en el documental «La gran ola» de Fernando Arroyo y que alerta sobre el riesgo que hay en las costas españolas de sufrir un tsunami. Otro de los proyectos llevados a cabo en los últimos años ha sido la recreación del terremoto que azotó a la costa de Huelva y Cádiz en 1755 pero con las características actuales de ambas ciudades, según explicó el profesor. Vídeos de menos de un mínuto que muestran cómo hoy día un tsunami de esas características inundaría por completo localidades como Punta Umbría o Cádiz capital.

Chile, el próximo país en incoportar el programa Tsunami-HySEA

Chile será el próximo país en incorporar esta tecnología a su sistema actual. El segundo país con la actividad sísmica más elevada del mundo, solo por detrás de Japón, quiere reforzar su sistema actual de prevención para ser más precisos a la hora de cancelar las alertas. Las características del país, según expone Macías, hacen que cuando una de sus costas está siendo azotada, sin apenas tiempo de reacción por la cercanía de los terremotos submarinos a la costa, en el otro lado del país aún no ha llegado y se puede trabajar con más tiempo un plan de evacuación. El problema radica cuando una réplica, en algunos casos peores que la primera o la segunda ola, sorprende a la población. Alguna vez ha sucedido que la alerta había sido desactivada pero el mar ha vuelto a descargar frente a la costa. Para que no vuelva a suceder, el país tendrá este sistema con sello malagueño que ayudará a conocer con más exactitud cómo funciona el tsunami que se acerca a sus costas.