Me viene gustando mucho el Málaga desde que comenzó la Liga. Pero lo cierto es que parece siempre dos equipos bastante diferentes. Uno cuando juega fuera y otro cuando juega en casa. La racha en casa es mala, pero todavía es muy pronto para que se puedan poner nerviosos los jugadores. Ferreira ha encontrado lo difícil, que es ganar lejos de La Rosaleda. Pero ahora hay que encontrar un equilibrio para ganar en casa. Si nos ponemos a contar los equipos que han venido a casa hasta el momento, todos son grandes. Son todos de Europa. El Valencia, el Villarreal y el Sevilla. Ahora viene el Madrid y son partidos duros donde hemos dado la talla, pero sin fortuna.

Pero centrándonos un poco más en el partido del lunes, lo más destacado fue, sin duda, las malas artes de Marchena. Creo que le tendría que dar vergüenza lo que hizo. Es cierto que la acción de Eliseu fue de juvenil, pero no fue para una expulsión. Si los árbitros permiten este tipo de acciones, el fútbol será siempre muy aburrido. Sería una equivocación pensar que al ser campeón del mundo se le permite todo. Pero Marchena baja su nivel como deportista haciendo este tipo de cosas. Y no estuvo nada fino el árbitro. La primera equivocación que tuvo fue hablar con su linier, que estaba peor situado. No tuvo responsabilidad para tomar la decisión y tomó la peor opción, que es expulsar a un jugador del Málaga por una acción que no cometió. En ese momentos cambio el partido. El Málaga había estado remontado una y otra vez. Tenía presencia en el área rival y estaba fuerte.

El equipo que tenemos es sumamente ofensivo. Lo bueno, como ya comentamos, es que ganamos partidos, aunque sea fuera. Pero no tenemos esa diferencia dentro. Hay que buscar el equilibrio cuanto antes.

El lunes también me sorprendió la respuesta de la grada. Se nota que la afición del Málaga los últimos años viene apostando a querer un equipo fuerte. Creo que ahora el público es el que está apoyando al máximo. Le toca al club, al presidente y a los jugadores intentar estar entre los diez primeros.

Lo cierto es que la exigencia del público va acorde con la que está dando el club. Se ha apostado fuerte en cuanto a dinero, entrenador y jugadores. Pero no me gustan los pitos a Apoño y Gámez. A los últimos que se tenía que criticar es a un jugadores de casa, que siempre da la cara. Todo el mundo pasa y todo el mundo se va menos los mismos, los de casa. Es duro que te pite tu propia afición. Jesús Gámez lleva muchos años en el club y ha hecho mucho por el Málaga. Habría que mirar para atrás para recordar lo que ha hecho cada uno por el club. Ya por último, me gustaría destacar a Quincy, que me recuerda mucho a Darío Silva. Por su zancada, por su agilidad de movimientos. Creo que va a marcar una diferencia importante. Pero tiene que mantener todo su nivel durante la Liga.

*´Gato´ Romero' es ex-jugador del Málaga CF.