El mercado se mueve, se agita conforme consume los días el calendario, y no sólo las llegadas marcan el paso estos días en Martiricos, donde se espera más pronto que tarde que Egor Filipenko estampe su firma como nuevo jugador blanquiazul una vez que el acuerdo es casi total, el jugador ha pasado reconocimiento médico y se ha dejado ver públicamente por el palco de La Rosaleda.

Uno de los casos en los que más tinta se ha gastado desde el pasado verano es el de Francisco Portillo. El malagueño está en una situación comprometida deportivamente, ya que no entra en los planes del técnico -hoy hay lista para los octavos de final de Copa del Rey y posiblemente también se quede fuera, al igual que en Liga-, y su futuro en este mes de enero parece lejos de Málaga.

Las dos partes están convencidas que lo mejor es separar sus caminos por lo que el caso Portillo tiene visos de solucionarse más pronto que tarde. Pero no será nada fácil. Y es que según ha podido saber este medio, el Málaga pretende sacar tajada económica en este mercado invernal con la salida paleño. Ya sea con un traspaso -algo que parece poco probable- o con una cesión, el club quiere dinero en la operación. Eso sí, en Martiricos quieren solucionar de una vez por todas la delicada situación que vive el jugador y ya han comenzado a escuchar las ofertas llegadas por el centrocampista.

La lista de clubes que maneja Portillo es importante. El Real Betis es el que más aprieta. Tal y como adelantó la semana pasada este periódico, Pepe Mel se ha fijado en el malagueño en su vuelta al banquillo verdiblanco y la maquinaria bética se ha puesto en marcha para conseguir su cesión. Es una oferta tentadora para Portillo, ya que prácticamente tendría un puesto asegurado en el once en un equipo que pelea por ascender y con gran seguimiento mediático. Sólo el fútbol rocoso de la categoría de plata frena, por el momento, las ganas de Portillo.

Pero no es el único equipo. Y es que Getafe, Granada y de nuevo el Elche también se han interesado por el paleño. Sin embargo, el baile de banquillos también puede ser determinante en los tres equipos citados, lo que podría favorecer o perjudicar su cesión. Manuel García Quilón, el agente del jugador, mueve estos días a Portillo en busca de un destino favorable para el jugador.

Eso es en plano deportivo, porque en el económico es otro cantar. Y es que el Málaga no pretende poner tampoco una alfombra roja para que Portillo abandone la nave. El club quiere una contraprestación económica por su salida, que el equipo que pretende hacerse con sus servicios se haga cargo de su ficha, del finiquito -el grueso de la ficha se suele pagar al final de curso- e incluso que abone una pequeña cantidad por su cesión. La opción de compra en el préstamo tampoco parece contemplarse de momento, algo que frena también a los clubes interesados. Pese a todo, la intención es encontrar un acuerdo en breve.

Otro de los nombres que están en el disparadero es el de Ezequiel Rescaldani. El delantero argentino volvió a desperdiciar una ocasión de agradar y de ganarse un sitio en el equipo el pasado sábado. En el club están convencidos de su cesión y tiene varios pretendientes como el Córdoba, Valladolid o Racing. Mientras, el club busca delanteros en el mercado. Y no quieren tardar en reforzar esa parcela.