Julio Baptista está a tiro del Málaga CF. El delantero que durante dos temporadas y media vistió la camiseta blanquiazul -lesiones mediante-, acaba contrato con el Cruzeiro brasileño, busca destino y vería con buenos ojos regresar a Martiricos para terminar de cerrar una herida sentimental que quedó abierta con su marcha años atrás.

El Málaga CF, tras cerrar la operación de Adnane Tighadouini se ha puesto manos a la obra para firmar a un delantero cuanto antes. Hay varios nombres sobre la mesa -Javi Guerra, Duje Cop y Borja Bastón, entre otros- y la intención del club es la de atarlo incluso antes de que comience la gira alemana. Hay déficit de «killers» en el equipo de Javi Gracia y el club quiere poner remedio a ello cuanto antes, ya que con Charles no es suficiente.

Y uno de los nombres que hay sobre la mesa es el de Julio Baptista, aunque por el momento las conversaciones que se han mantenido para tantear un posible regreso del delantero brasileño a Málaga han sido superficiales. No obstante, la buena sintonía de la «Bestia» con los dirigentes tras su paso por la Costa del Sol aún perdura y podría ser una baza a tener en cuenta.

El brasileño aún guarda grato recuerdo de su paso por Málaga, la calidad de vida en tierras malagueñas y el cariño de la afición blanquiazul. Su hija nació en Málaga y el jugador está buscando residencia en Marbella.

En el plano deportivo, Baptista cuenta con ofertas de Turquía y de Catar -muy suculentas económicamente- y con el interés de varios equipos de España. No obstante, el principal escollo podría ser el económico, pero sus pretensiones parecen muy alejadas de su anterior etapa en el club, donde llegó a ser la bandera del Málaga CF de Al-Thani al convertirse en el primer fichaje galáctico del jeque.

Esa época ya forma parte del pasado tanto para el club como para el jugador. Desde luego, Baptista ya no es el de antes y tras su paso por el fútbol sudamericano -ha sido operado de rodilla este curso-, el jugador busca a sus 33 años un club en el que seguir compitiendo al más alto nivel, aunque con un rol secundario, de jugador con experiencia, pero también con vistas al futuro para seguir vinculado al mundo del fútbol, ya sea como entrenador, director deportivo o como hombre de club.

Sin embargo, de fraguarse su incorporación podría tener un efecto mediático. Su desembarco podría ser un soplo de ilusión para el malaguismo tras un verano cargado de sinsabores y un guiño a la campaña de abonados.

Baptista ha estado presente en alguna de las páginas más bonitas del Málaga CF en los últimos años. El brasileño, pese a sus tres graves lesiones en el conjunto blanquiazul, llegó a disputar 33 partidos de blanquiazul -4 en Champions- y marcó 14 goles.