La satisfacción en el cuerpo técnico del Málaga CF a estas alturas de verano no es plena tras completar casi toda la pretemporada. Hay cierto optimismo con el buen hacer malaguista en la parcela ofensiva. Hay mimbres y variantes para disponer de varios ataques y de varias opciones incluso sobre la marcha, en un mismo encuentro. Sin duda, el gol es una de las gratas noticias veraniegas. Sin embargo, más preocupación existe en la parcela defensiva, donde los resultados no han sido tan excelentes y donde se espera mejoría en las próximas fechas, ya que una de las virtudes de los equipos de Javi Gracia, tal y como demostró el curso pasado, es su buen hacer defensivo.

El Málaga CF ha encajado ocho goles en los siete partidos de pretemporada que ha disputado. No es una cifra excesivamente preocupante, pero sí lo son algunas sensaciones que han llevado al equipo a mostrar cierta debilidad en esa parcela. Despistes, falta de coordinación entre jugadores, relajación de los hombres de ataque para ayudar en defensa e incluso la sensación de partirse el equipo en dos durante ciertos momentos del juego son algunos de los problemas detectados, pero que aún están a tiempo de solucionarse.

Todo ello a una semana de arrancar la competición contra un rival en forma y que ha demostrado tener mucha pólvora. El Sevilla y posteriormente el Barcelona volverán a exigir el máximo del Málaga CF en un momento que las piezas aún se están ensamblado.

Y es que la mentalidad de Javi Gracia es comenzar la casa por los cimientos, por la base. Es por ello que su preocupación es recuperar los niveles defensivos del curso pasado, donde incluso llegó a ser el único equipo del planeta que no encajó ni un gol por parte del FC Barcelona, campeonísimo de todo lo que disputó.

Ese título de equipo trabajado y aguerrido, capaz de movilizar todas sus piezas con armonía defensiva e incluso ofensiva, aún está por pulir en este Málaga. Y todo ello pese a que siguen muchas de las piezas en la zaga que ya estaban el curso pasado. La respuesta parece evidente, ya que la primera línea de defensa la conformaban tres de los hombres que ya no están con sus incombustible trabajo -Juanmi, Samu Castillejo y Samu García-.

Esa carencia la está haciendo notar el Málaga, que sin embargo optará por una disposición defensiva menos atrevida y presionante que el año pasado.

La ausencia de Camacho

En lo que a nombres se refiere, aún hay varias interrogantes abiertas en el plantel. El principal problema que está teniendo Javi Gracia es que su «ancla», el hombre de contención que ha brillado en ese puesto en los últimos años, sigue en el dique seco. La ausencia de Camacho se hace notar en un equipo que de momento parece dividido por momentos.

Sin embargo, también hay otros nombres que acaparan la atención. Más allá de dilucidar si Kameni seguirá siendo le meta titular, como todo hace indicar, las bajas por sanción son otro problema para recibir al Sevilla. Rosales seguirá en el flanco derecho, pero junto a Albentosa no podrá estar Weligton por sanción, aunque se presupone que será la pareja titular de la temporada. Angeleri -que está entre algodones-, apunta a su sustituto, aunque si no llega, Miguel Torres o Filipenko, que ha hecho una buena pretemporada, podrían ser las alternativas.

En la izquierda, el abanico se abre hasta para tres jugadores donde Juankar parece tomar la delantera sobre Torres y Boka.

Tissone ocupará el puesto de titular y hará de Camacho, mientras que se espera que Darder esté apto para el próximo viernes. Recio no podrá ser de la partida por sanción, aunque se le augura este año más presencia. Juanpi e incluso Pablo Fornals o Espinho también estarán presentes en las rotaciones. Pero todo ello deberá estar ayudado por el resto de componentes ofensivos para intentar alcanzar el éxito desde la defensa.