Y Sergi Darder rompió su silencio. No fue en una rueda de prensa ni tampoco en una entrevista personal, pero el exjugador malaguista que fue vendido al Olympique de Lyon a finales de agosto por 12 millones de euros, publicó una carta abierta al malaguismo a través de su cuenta de Twitter. El centrocampista mallorquín pidió perdón a la afición, asumió culpas en muchos de los factores que envolvieron su traspaso, pero señaló de forma velada a los dirigentes blanquiazules, acusándolos de «ponerlo en el mercado» y de marear su salida. «Llegó un momento en el que entendí que esta inestabilidad no era lo mejor para mí y, desde ese instante, le exprese mi deseo al club de irme, inclusive le pedí al señor Al-Thani que me lo permitiera, a través de un mensaje personal por la única vía accesible para hablar con él, por Twitter. Lamentablemente, sin respuesta por su parte», llegó a admitir el jugador.

El jugador lamentó que los compromisos con su nuevo club no le hayan permitido venir a Málaga a despedirse y apuntó también la mala racha de resultados para no interferir negativamente en la marcha del equipo. «Quiero pedir perdón a la afición del Málaga. Entiendo el malestar que mi salida ha generado entre la hinchada. Yo sí pido perdón. En mi afán no estaba ofender a nadie ni generar todo lo ocurrido durante el proceso de mi venta. Guardé silencio y me mantuve al margen, por mucho que otros se empeñasen en filtrar aquello que creían oportuno faltando a la realidad. No estoy orgulloso de cómo se produjo mi marcha de Málaga y cada aficionado, por supuesto, tiene el derecho a opinar sobre ella», dijo en primer instancia.

«No voy atacar a nadie por su gestión, ni a defender a nadie por sus actuaciones. Los implicados en mi salida saben bien lo que ocurrió. Yo hablo por mí y reconozco que no estuve a la altura de la afición de este club», dijo, a la vez que admitió que pidió su salida. «Yo no controlé los tiempos del traspaso, ni conocía la venta de mis derechos a un inversor. Yo exigí que me dejaran salir porque me sentía utilizado. Llevaba dos años en el mercado por expreso deseo del club. Ahora te vendo, ahora no te vendo...».

«Tras mi fichaje yo no controlé cuándo se firmaban los documentos en Barcelona, ni cuándo me iban a presentar. Entiendo el enfado del malaguismo por la coincidencia del anuncio del traspaso con el partido de mis compañeros en el Camp Nou. Asumo mi culpa, pero todos saben que esto en concreto no dependía directamente de mí», recalcó sobre los tiempos en los que se fraguó su venta.

Y por último, Darder agradeció a los técnicos y compañeros el tiempo pasado en Málaga. «Pese a todo lo sucedido tengo perfectamente claro a quién tengo que estar agradecido, por darme la oportunidad de alcanzar la Primera División, por cuidarme y por lanzar mi carrera. Me fui entendiendo que era lo mejor para mí en ese momento. Lógicamente, sin rencor a nada ni nadie. Puedo estar equivocado, es posible. Espero que no. Pero insisto en que lo poco que soy es gracias al Málaga CF y a su afición. Agradezco su confianza a Schuster y Javi Gracia, con sus correspondientes cuerpos técnicos al completo, y a Manel Casanova. A mis compañeros, a los empleados del club y, sobre todo, a la afición, que hasta el ultimo momento supo comportarse conmigo de manera ejemplar. Para ellos va mi ultimo mensaje: siento si os fallé, os garantizo que en mi corazón tendré esta ciudad, este club y esta afición. Ustedes nunca me fallaron, mucha suerte a todos y ¡Viva el Málaga!», finalizó el exmalaguista.