El Málaga rescató un empate de la nada ante el Espanyol en un partido calamitoso de los de Juande Ramos en defensa, que tuvieron perdido por 2-0 y que con casta, orgullo y fe consiguieron igualar al filo del descuento. Gerard Moreno, con un doblete gracias a la fragilidad defensiva malaguista, puso en clara ventaja al equipo perico, pero primero Llorente de cabeza y, después Charles, con un remate de puro delantero centro, hicieron que el Málaga se trajera un empate que sabe a gloria después de lo visto ayer en Cornellá-El Prat.

Lo cierto es que el nuevo Málaga de Juande está aún en fase de pruebas. Parece que le ha pillado el toro de la preparación y la idílica pretemporada, donde sinceramente no se ha medido a ningún rival de cierta entidad salvo el rocoso Sampdoria, no ha servido para calibrar la capacidad real de este equipo a estas alturas. Que Llorente es muy bueno es algo que se le presupone, pero a su vez es joven, inexperto y tiene lagunas propias de la edad. Que Koné es un portento físico y un toro nadie lo discute, pero que su rigor defensivo y capacidad para sacar el balón genera muchas dudas es otra realidad. Pero esa es, a día de hoy, la pareja de centrales del Málaga, que ayer sufrió demasiado ante Baptistao, Moreno, Piatti y compañía. No sé si Juande ve el problema y el agujero que tiene atrás, pero lo normal será que en el momento que Weligton esté al 60,70 ó 80%, juegue sí o sí. El Mariscal es más defensa en todo que los que hay ahora mismo y este equipo necesita un hombre que mande atrás e imponga su tiranía.

Si la primera parte del Málaga frente a Osasuna fue mala, la de ayer ante el Espanyol fue incluso peor, pero con una diferencia: el Osasuna es un equipo muy limitado y el Espanyol tiene jugadores y calidad para desequilibrar un partido en cualquier momento. Así sucedió tras aprovechar Gerard Moreno un fallo en cadena del Málaga. Koné sirvió un balón envenenado a Recio que éste perdió, la defensa reculó demasiado y el delantero perico la enchufó a gol tras desviar el balón Llorente, aunque Kameni pudo estar más vivo para despejar el cuero.

El Málaga se desconectó y con muy poco el equipo de Quique Sánchez Flores dominó sin inquietarse demasiado. Solo Jony, incisivo desde la izquierda y al final de la primera mitad Juanpi, con destellos de su gran calidad, pusieron en peligro la meta defendida por Roberto.

Es desconcertante este Málaga, que aún no se ha definido ni lo ha definido su entrenador. Sin un estilo marcado, Juande repitió once y lo por lo visto sobre el césped volvió a desperdiciar 45 minutos.

Trató de arreglar la situación tras el descanso y dio entrada, primero a Miguel Torres por Ricca, condicionado por una tempranera amarilla; y Charles por Recio, para poner más carne en el asador. Pero no mejoró mucho el Málaga y el Espanyol, en una acción a balón parado mal defendida por Llorente, aumentó su renta.

El Málaga pronto consiguió recortar distancias tras enmendar su error Llorente con un gol de cabeza y el equipo comenzó a creerse la remontada. Juande se jugó el todo por el todo y le dio 13 minutos al joven En-Nesyri, que jugó sus primeros minutos con el primer equipo.

Los catalanes recularon demasiado, el Málaga olió el miedo y se lanzó con todo a por un empate en el que minutos atrás nadie creía. Todos menos Charles, que al borde del descuento enganchó una pelota para establecer el 2-2 final y rescatar un punto que deja buen sabor de boca, pero que no tapa las muchas carencias que tiene este Málaga aún por depurar.

Le va a venir de perlas este parón liguero a Juande. 14 días tiene el manchego de «minipretemporada» para definir su modelo y pulir errores defensivos. Y quién sabe si todo esto lo tiene que hacer sin Camacho en el plantel, que ayer pudo vivir su último partido con la camiseta del Málaga.