El problema está engullendo al paciente. Y es que la defensa blanquiazul está más en la diana que nunca tras el partido en Balaídos, donde tres errores defensivos costaron, una vez más, el partido y el estreno de Marcelo Romero como entrenador blanquiazul. Una sangría que sigue un patrón en las últimas jornadas y que recibe las críticas indiscriminadas una y otra vez, sin solución aparente y sin un final feliz a la vista. El Málaga, que rozó la excelencia en el Camp Nou dejando su portería a cero a mediados de noviembre, ha encajado en los siete partidos oficiales siguientes la friolera de 19 goles. Una pesada losa que amenaza con arrastrar al equipo a la zona baja de la clasificación y que ya le ha costado la Copa del Rey.

Como muestra, un botón. En Vigo el Málaga salió con otro brío pero en el primer error ya quedó señalado. En esta ocasión fue Michael Santos el que perdió un balón que dejó a la defensa vendida, ya de por sí descolocada. Diego Llorente falló de forma estrepitosa en la segunda mitad, al intentar sacar un balón jugado. Y Rosales no siguió la marca de Fontás en el tercer gol celeste. Las estadísticas del partido resumen que el Celta disparó tres veces a portería con la recompensa de conseguir tres goles. Errores puntuales y de concentración, pero que se vienen sucediendo desde que arrancó la temporada y que no han encontrado solución ni con el cambio de entrenador.

El Málaga CF defiende mal. Lo hace como conjunto y también de manera individual, con fallos que tienen nombres y apellidos, y que además cuestan demasiados puntos. Deberá el Gato Romero intentar dotar a su equipo de fortaleza defensiva, frenar la sangría y construir un proyecto de atrás hacia adelante.

Pero el problema es que las «balas» parecen ya quemadas en el cargador y de los cinco centrales que había en la plantilla a principio de curso, el paso del tiempo y diversas razones han dejado un panorama desolador.

Koné y Llorente, que llegaron como fichajes en verano, pero no han cumplidos las expectativas creadas sobre ellos. El africano está con su selección para jugar la Copa de África, aunque no juega de blanquiazul desde la visita al Calderón (finales de octubre). El madrileño, recuperado de una lesión, está teniendo una participación sumamente desafortunada con errores muy reseñables.

Weligton, lesionado, ha sido dado de baja. Miguel Torres cayó lesionado en Vigo y queda esperar el periodo de recuperación. Mientras que Mikel Villanueva está asumiendo su nuevo rol en el año de su debut en Primera. El venezolano ha ido de más a menos y también está superado por las circunstancias.

El canterano Luis Muñoz es otra de las opciones para la zaga, pero sólo ha jugado unos minutos en el Camp Nou, por lo que su participación en la elite es una incógnita. La defensa no tiene defensa, pero pide soluciones a gritos. Ante este panorama, el Málaga afronta el duelo contra la Real Sociedad el próximo lunes cojo en la zaga.

Más señalados

Pero no todos los problemas llegan por el centro de la zaga, ya que los laterales también están siendo señalados de un tiempo a esta parte. En el lateral izquierdo hay un hueco que no ha sido tapado desde hace tiempo. Y en la derecha, Rosales no está en su mejor nivel. El debate en la portería ha debilitado dicha posición y los mediocentros tampoco están mostrando la aportación deseada. Sin duda, mucho trabajo por delante.